Autoevaluación para la sostenibilidad

Continuando con la idea de que cualquier empresa que quiera ser sostenible debe asentarse sobre los tres pilares ya mencionados, me permito ofrecer una serie de preguntas basadas en las ideas de los profesores Valero y Lucas, que pueden ser útiles a la hora de pensar en la sostenibilidad de nuestra empresa.

Primer grupo: Iniciativa institucional.

¿Quiénes son los titulares o las últimas instancias de la empresa? Dicho de otro modo, ¿quién tiene la última palabra cuando aparece un tema o asunto que puede impactar de forma importante en la sostenibilidad de la empresa? Para ayudar a pensar:

¿La dirección?

¿El consejo de administración?

¿La junta general de accionistas?

¿La familia propietaria? (Incluidos aquellos miembros que no son accionistas)

¿Un patronato?

¿Algún otro grupo de interés?

 

Segundo grupo: La financiación.

¿Son nuestros proveedores de recursos financieros proveedores estables? ¿o pueden salir de la propiedad o de la financiación si se dan determinadas circunstancias?

¿Tenemos política de dividendos? ¿Satisface ésta a los accionistas actuales? ¿Es sostenible?

¿Tenemos políticas claras de financiación para la inversión necesaria para el desarrollo del negocio? Esa inversión no debe referirse sólo a la inversión en activos fijos. El crecimiento es un gran absorbedor de recursos, y si no pensamos en ello podemos acabar teniendo un disgusto.

¿Tiene la propiedad establecida una estrategia patrimonial?

 

Tercer grupo: Los poderes.

Lo he puesto adrede en plural, pues este tema tiende a simplificarse pensando que el poder lo tienen los accionistas y lo ejercen desde la junta de accionistas y esto es así, pero sólo en parte. Pensemos en primer lugar en la configuración societaria. Debe ser un reflejo claro de la estructura de poder en la empresa. No debería haber poderes ocultos.

Hay grupos de interés que no forman parte de la propiedad y sin embargo pueden llegar a tener mucho poder.

¿Cuánto poder tienen los empleados?

¿Y los sindicatos?

¿Y los clientes? ¿Tiene mi empresa una excesiva dependencia de unos pocos clientes?

Ídem para los proveedores, las marcas, determinados contratos, etc..

 

Puede haber otros poderes que, sin ser propietarios, tengan la llave de la sostenibilidad. La lista es larga; sólo he puesto dos o tres ejemplos, pero es importante que cada uno haga su propia lista y la ordene según el nivel de riesgo que puede suponer para la sostenibilidad de su empresa.