Desde que Noruega en 2003 impusiera la cuota del 40% de mujeres en los consejos de administración ha habido muchos países que siguieron su ejemplo. El último país europeo en introducir esta legislación fue Alemania que inicialmente había rechazado la norma pero finalmente exigirá a sus empresas la asignación de un 30% de mujeres en los consejos de las empresas para 2016.
En una entrevista para Harvard Business Review, Christine Lagarde, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) decía “Los estudios demuestran que ciertas características son predominantes entre las mujeres líderes, como la habilidad para escuchar, el deseo a formar consenso y la atención al riesgo. Es por ello que considero que las mujeres son buenas líderes en tiempos de crisis”.
En la empresa familiar, donde la complejidad generada por las dinámicas que surgen de la relación empresa vs. familia y resultado vs. afecto mantienen en constante alerta de crisis todo el sistema, estas habilidades resultan ser aún más necesarias.
En este sentido el liderazgo femenino ha sido una constante en la evolución de la mayoría de las empresas familiares. Las mujeres han ejercido su influencia desde el rol de propietarias, aun cuando no fueran propietarias legales, ejerciendo una propiedad socioemocional que es, si cabe más importante que la propiedad legal en los procesos de toma de decisiones. Su influencia acaba imprimiendo a la cultura y el gobierno de la empresa este sello inconfundible, cuyos resultados sin duda refuerzan la estabilidad y la continuidad de las empresas familiares. Y es que el tercer círculo del conocido modelo del profesor John Davis de la Harvard Business School es el que hace distintas a las empresas familiares.
En una reciente intervención de John Davis en le IESE con motivo del Global Family Séjour que organiza todos los años mi colega Heinrich Liechtenstein con un selecto grupo de grandes familias empresarias de todo el mundo, le escuché decir a Davis que él ya no habla del modelo de los tres círculos para empresas familiares sino que ha pasado a un nuevo modelo en el que la familia empresaria ocupa la centralidad.
No creo que sea necesario extenderme para destacar la importancia natural de la mujer en el concepto de familia empresaria, aunque por supuesto si algún lector requiere detalles sobre el tema será un placer como siempre, darlos a través de los comentarios a este post.
Excelente que el Profesor Davis haya replanteado su esquema de los tres circulos destacando la Familia como el almendrón de las EFs.
La participación activa de la mujer en los Consejos de Administración, más que hacer justicia en cuanto a cuotas, es un reconocimiento a su liderazgo mediante buenas dosis de escucha, conciliación y lealtad; he asesorado algunas EFs, entre ellas, una en la cual se ha tenido que imponer una mujer como gerente propietaria y Presidente de su Consejo, ante sus hermanos quienes como gavilanes desconocen (de tejas afuera) su gran liderazgo (por pura envidia de sus capacidades) y muy a su pesar reconocen (tejas adentro) su compromiso, lealtad y responsabilidad y quien les asegura dividendos y cuida de su Patrimonio midiendo riesgos y tomando decisiones valerosas para la supervivencia
Hay pocas mujeres consejeras, y la mayoría lo son, por ser accionistas. El sistema de cuotas parece ser una forma de hacer la transición hacia Consejos con más presencia femenina. Pero el sistema de cuotas, no deja de ser una discriminación positiva, ya que supone que no hay condiciones de igualdad en el acceso. Los sistemas de cuotas sirven para cambiar las reglas del juego, y pueden tener buenos resultados, pero supone un punto de partida que ya no se da en nuestra sociedad, en cualquier caso bienvenido sea como forma de transición. Lo que dice Cristina Lagarde de que el liderazgo femenino es bueno en tiempos de crisis, me parece una acotación poco afortunada porque la capacidad de escuchar, el deseo de consenso, y la atención al riesgo, es bueno en tiempo de crisis y siempre. Estoy de acuerdo con usted en que estas habilidades son esenciales en las dinámicas familia-empresa, tran frágiles, a veces. Me alegro de que Davis haya puesto a la familia en el centro de su modelo. El modelo anterior no recogía la centralidad de lo emocional, y queramoslo o no, es lo que hace latir todo el sistema.
Estimada Berta,
No era mi intención fomentar el debate acerca de si la legislación es un paso adelante o un retroceso en el tema de la igualdad de oportunidades.
Estoy de acuerdo contigo en la importancia que tienen las emociones en todo el conjunto de la empresa familiar, aunque en mi opinión la centralidad de todo el sistema está reservada para la persona tanto desde su aspecto emocional, como el racional.
Saludos
Josep
Gracias por su respuesta Profesor Tapies. Sin duda, me he expresado mal. Me refería a que considerar el aspecto emocional es fundamental, y suele quedar fuera de los modelos, ya que siempre se ha privilegiado lo racional, a expensas de lo emocional. No creo que se puedan separar ambos aspectos como ha querido nuestra tradición cultural. Más bien, razón y emoción forman un continuum, Los modelos son formas que tenemos de explicar la realidad, pero no son la realidad, por eso son dínámicos y sujetos a revisión como ha hecho el Profesor Davis, con su modelo anterior, que si bien recogía de una forma bastante brillante una mirada al sistema, con el nuevo modelo seguro que contribuye con una mirada más precisa. Gracias de nuevo, por fomentar todas estas reflexiones.
Me parece muy acertada la visión de las cualidades femeninas dentro de la empresa familiar, al fin y al cabo son las cualidades que identifican más a las mujeres por nuestra forma natural de ser. Evidentemente no todas las mujeres tendrán por igual las mismas cualidades, aunque sí hay una tendencia clara a la no precipitación y a la mediación en las negociaciones.
Lo que no puedo entender, es que en el siglo XXI tenga que ser la política quien obligue a reflexionar a los empresarios sobre qué mujer pongo al mando, estoy segura de que pondrán a la mujer que consideren más adecuada y no a cualquiera por cumplir la norma. Si en la variedad de puntos de vista está la riqueza, entonces señores ¿¿cómo no aprovechan esta oportunidad ??
Estimada Cristina
Muchas gracias por tu aportación. Efectivamente, creo que en la suma de los puntos de vista está la riqueza. Esto sin duda favorece el proyecto de la familia empresaria siempre y cuando exista una visión compartida entre todos.
Saludos
Josep