El patrimonio vital surge de la necesidad de unir pasado y futuro, del deseo de recordar y ser recordado. El concepto se puede aplicar a la trayectoria de una persona, pero también a la de una empresa familiar. Precisamente eso: ampliar el concepto y aplicarlo al ámbito de las familias empresarias es lo que hace la nota técnica que preparé junto con Felipe Gómez-Pallete hace un par de años. Felipe (PDG 79 del IESE) y Paz de Torres (PDG 07 de IESE) acuñaron y registraron el término «Patrimonio Vital» en 2009.
No es fácil definir qué se entiende por patrimonio vital, pero podríamos decir que es un conjunto de recuerdos y bienes con los que se identifica la empresa familiar porque son testimonio de su existencia. Es «todo aquello que ha forjado tu camino, lo que te ha hecho ser lo que hoy eres», explican Felipe y Paz.
Llevado al ámbito de la empresa familiar, el patrimonio vital es la esencia que mantiene vivo el proyecto empresarial compartido por la familia empresaria. El patrimonio vital de una empresa familiar es un recurso, pero también una práctica y una herramienta que ayuda a mantener vivos los orígenes de la empresa y a proyectarla hacia el futuro.
Para entender el valor del patrimonio vital, os propongo analizarlo desde tres ángulos. En primer lugar, entendiendo la familia empresaria como una institución familiar formada por individuos que persiguen un desarrollo personal y desean alcanzar un bienestar emocional e intelectual. Desde este punto de vista, formarían parte del patrimonio vital los viajes en familia, la cultura familiar, los ritos y relatos de familia… Es decir, todos aquellos aspectos relacionados con la vida familiar.
Desde la perspectiva empresarial de la familia empresaria, formaría parte del patrimonio vital la historia de la empresa: el fundador que la creó, los hitos alcanzados desde entonces, las dificultades que se han superado. No es la primera vez que digo que el conocimiento profundo del pasado de la empresa es una poderosa herramienta para preparar el futuro (el libro 100 familias que cambiaron el mundo es un buena muestra de ello).
Y en medio de estas dos perspectivas, la de la familia y la de la empresa, encontramos los órganos de gobierno que conectan ambas dimensiones y las dotan de la estructura necesaria para mantenerse en el tiempo. Desde este punto de vista, también formarían parte del patrimonio vital las asambleas familiares, los consejos de familia y las reuniones de trabajo.
Un sistema de patrimonio vital así concebido se nutrirá de estos tres ámbitos y recogerá testimonios gráficos de una celebración en la intimidad familiar al mismo tiempo que irá recopilando por escrito los nuevos hitos en la actividad de la empresa. También reunirá imágenes que ayuden a fijar valores y tradiciones, y que resultarán muy útiles en celebraciones como la reunión familiar anual organizada por el consejo de familia.
En vuestra empresa familiar, ¿cómo trabajáis el patrimonio vital?
Me gusta mucho el termino ‘patrimonio vital’ porque hace referencia a un conjunto de bienes o activos, que desde la perspectiva de la familia empresaria, van mucho más allá de la empresa o la riqueza familiar. Permite ampliar la mirada a un conjunto mucho más amplio: las relaciones familiares, los miembros de la familia, sus habilidades y capacidades, las tradiciones familiares, el capital humano e intelectual,
Lo vital evoca algo mucho mas profundo y espiritual, aquello que ‘da vida’, que sostiene a la familia en las diferentes etapas y situaciones que debe enfrentar. Lo que mantiene ese vínculo profundo de unidad.
Así que sin duda me parece un aporte en la discusión sobre el sentido de lo que es ser familia empresaria.
Esto no recibía antes el nombra de Saga?,Porque antes, desde tiempos inmemoriales han existido innumerables Sagas de todo tipo,con buena y mala fama.Pero el denominador comun era la familia.Sin que ello tenga que presuponer nada especial.
Apreciado Gonzalo,
ciertamente, el concepto de «patrimonio vital» es cercano al de saga. Según el diccionario de la RAE, saga es un «relato novelesco que abarca las vicisitudes de dos o más generaciones de una familia». Desde mi punto de vista, «patrimonio vital» añade un matiz de legado que considero especialmente relevante cuando hablamos de empresa familiar.
Un saludo,
Josep Tàpies