Aquellos de vosotros que habéis seguido mis clases o sesiones del programa de continuidad en el IESE, sabéis que me gusta definir como Octopus Organization a la que caracteriza a las empresas familiares en la etapa del propietario controlador. Es una organización cefalópoda: una gran cabeza central y muchas patas . En el nombre elegido para bautizar al modelo organizativo son ocho, pero los hay que parecen tener un número de tentáculos no determinado. Créanme, los he visto y tratado. Llegan a todas partes. Y lo hacen puntualmente y bien!
La organización funciona tranquila y confiada porque siempre hay alguien en el núcleo que decide y resuelve todos los asuntos: los importantes y los menos importantes. A veces llegan a detalles increíbles.
Sin embargo este es un modelo difícilmente trasladable a la siguiente generación. Entre otras cosas porque no necesariamente en la siguiente generación tiene que haber un nuevo cefalópodo y porque aunque lo hubiese no está tan claro que sus congéneres estén dispuestos a aceptar su liderazgo centralizador como lo hicieron con su predecesor.
Así pues, querido/a fundador/a, por el bien de su empresa y de su familia empiece a delegar.
Delegar es un acto de humildad, esa virtud tan difícil de practicar cuando el éxito acompaña a nuestras decisiones. Sin embargo la historia está repleta de hombres y mujeres que han llegado al éxito a través de su humildad y es que como le escuché decir una vez a mi admirado profesor Carlos Llano: Los grandes éxitos solo se ven desde la tumba.
Saludos cordiales
Estimado Profesor,
Es cierto que a veces el Ocotpus empieza a delegar, y esa delegación debe ser «pedagógica» y no «autoritaria». Sería interesante que cuando pueda nos ilustrara en un blog sobre el «Sindrome del Back Seat Driver», tan visible en muchas de las organizaciones familiares. Y a veces el que dirige la maniobra sólo ve a los participantes en las comidas de los domingos!!
Saludos cordiales
Estimado Manuel,
Antes de contestar necesito asegurarme de que entendemos lo mismo por «quien conduce desde el asiento de atrás».
¿Estamos hablando de esos que pronuncian frases como «Yo solo soy presidente honorario», Aqui yo ya no mando nada», etc…?
Muchas gracias por tu aclaración
Josep