Como veíamos hace unas semanas, en todo proceso de sucesión en la empresa familiar participan diversos actores, aunque sin duda el predecesor y el sucesor son dos de los principales protagonistas. Sin la voluntad y predisposición del predecesor de retirarse, el proceso de sucesión nunca comienza. Y sin un buen candidato a tomar el relevo, la transición no podrá llegar a buen puerto.
A veces se cree, equivocadamente, que quien tiene la última palabra en la elección del sucesor es el fundador y la familia propietaria. Es un error, porque también es clave ser capaz de ponerse en la piel del candidato elegido, cuya elección no siempre será motivo de alegría. Es un honor, pero también una carga, por eso debería plantearse si asumir esta responsabilidad es lo que de verdad le interesa y quiere.
Una vez tomada la decisión, y si la respuesta es afirmativa, es normal que al sucesor le asalten las dudas. Pueden ser preguntas sobre su capacidad personal: «¿Seré capaz?», «¿Soy la persona más indicada para asumir estas funciones?» o sobre el futuro de la empresa: «¿Y si creo que la empresa no va por buen camino?», «¿y si considero que habría que cambiar el rumbo del negocio?».
Tras esta fase llega el momento de la verdad: tomar las riendas del negocio familiar. Un periodo de cohabitación y convivencia entre el fundador y el sucesor puede ser positivo siempre que no se eternice. Para evitar que la sucesión nunca se llegue a materializar del todo es imprescindible contar con una hoja de ruta bien diseñada, aceptada tanto por el predecesor como por el candidato a tomar las riendas.
En estos tres temas profundizaremos las próximas semanas, en una miniserie de tres posts inspirados en el libro Sí, quiero con la que despediremos el año. Nuestro objetivo es ahondar en el proceso de sucesión desde el punto de vista de los sucesores, que muchas veces son los grandes olvidados.
Por supuesto que hay que prestarle atención al fundador que cede el poder, pero sin descuidar las preocupaciones que pueden asaltar al candidato a seguir al frente del negocio. No es fácil aterrizar ni estar a la sombra del predecesor , así que esperamos que esta serie resulte útil para todas las empresas familiares que están preparando su plan de sucesión.