La desconexión mental es necesaria

Aunque en la empresa familiar es inevitable que empresa y familia tengan una estrecha relación, es importante encontrar formas de separar ambos ámbitos para alcanzar un equilibrio sano entre ellos. Para equilibrar las dos dimensiones, resulta útil tener claras las prioridades, respetar los cauces establecidos para tratar los temas familiares y empresariales y saber poner límites a los temas empresariales que se tratan en casa.

En el post anterior vimos el caso del empresario Andrónico Luksic, que durante muchos años estableció la rutina diaria de compartir su jornada laboral con su familia al llegar a casa. A veces, cuando el marido y la mujer trabajan en el negocio familiar, deciden de común acuerdo no hablar de trabajo fuera de la empresa, no solo para evitar posibles roces sino también para lograr desconectar mentalmente del trabajo durante las horas dedicadas a la vida familiar. Es lo que hace la familia de Marisa Carnaghi, nieta del fundador de la empresa Pietro Carnaghi.

Esta delimitación de ámbitos puede ser más o menos formal o a veces totalmente informal,  pero es muy recomendable, especialmente si tanto el/la fundador/a como su pareja trabajan juntos en la empresa. En estos casos, no ser capaces de separar negocio y familia puede crear tensiones y poner en peligro la relación.

La cosa cambia si solo uno de los cónyuges trabaja en el negocio. En los primeros años de existencia de la empresa familiar, es el fundador o fundadora quien marca las pautas. Los inicios no son fáciles y suele ser habitual tener que dedicarle al negocio muchas horas, incluso los fines de semana. En ese momento, comentar la marcha de la empresa con la pareja y/o la familia puede ser un alivio para quién está al frente del negocio, que sabe que en ese ambiente distendido recibirá apoyo lejos de la presión competitiva del día a día y en un entorno donde la meritocracia no es el único valor.

A medida que el negocio se va consolidando, el fundador o fundadora deberían estar atentos para impedir que la empresa se convierta en una obsesión y que toda su vida gire en torno a ella, incluso la familiar. Este puede ser un buen momento para dejar las cuestiones empresariales fuera de casa. En el libro Sí, quiero se recoge la experiencia de José Ermírio de Moraes, yerno del fundador de Votorantim. De Moraes estaba pendiente de todos los detalles cuando estaba en la empresa, pero al salir de su despacho dejaba todas sus preocupaciones  profesionales allí. Éste es un hábito muy sano que comparten muchos empresarios familiares y que ayuda  a desconectar de todo lo relacionado con el negocio.

Esta desconexión mental ayudará sin duda a separar el ámbito familiar y profesional, y además puede ser muy útil para mejorar el rendimiento en el trabajo. Liberar la mente del estrés laboral durante unas horas puede contribuir a que luego se coja el trabajo con más ganas y con la cabeza mucho más fresca para afrontar nuevos retos, algo que sin duda beneficiará a la empresa. Al fin y al cabo, no olvidemos que es esencial velar por la pervivencia del negocio: business first.

Habrá quién pondrá en duda esta afirmación y se preguntará: ¿qué es primero la empresa o la familia? ¡Es el eterno debate! Pero, como ya he comentado en otros posts, en la locución “empresa familiar”, empresa es el sustantivo y familiar el adjetivo calificativo: sin empresa no hay empresa familiar.  Y solo puede haber empresa si ésta es competitiva en el mercado, para ello es imprescindible que la empresa se rija con las reglas las de la empresa, no las de la familia. Lo que nos lleva de nuevo a la idea con la que comenzaba este post: ¡qué importante es respetar los cauces establecidos para tratar los temas familiares y empresariales! Porque, como vimos en el primer post de esta serie, es esencial tratar a la empresa como una empresa y a la familia como una familia.

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One thought on “La desconexión mental es necesaria

  1. Buen artículo. Realmente cuando conseguimos la armonía en una empresa familiar es cuando mejor se trabaja y se crean libremente las mejores ideas empresariales. Pero no todo el mundo sabe hacerlo, de ahí lo duro que es que una empresa familiar salga adelante.

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