En un post anterior hablábamos de la organización del consejo.
Hoy voy a centrarme en el tema de la agenda anual del consejo.
Es frecuente ver como en los consejos se tratan temas que ya debería haber tratado y resuelto el comité de dirección. Se dedica mucho tiempo a analizar estados financieros, a seguir el presupuesto y otras tareas que son propias del comité de dirección. Y es que hacer siempre ha sido más sencillo que hacer hacer.
Esto no quiere decir que el consejo no deba hacer cosas. Debe hacerlas y muchas. Sin embargo, son cosas de índole distinta a la ejecución y seguimiento del día a día. El consejo debe disponer de una agenda anual en la que quede claro cuáles son los temas que se consideran fundamentales para el buen gobierno y asegurarse de que a lo largo del año se van a poder revisar todos.
En primer lugar, hay que cumplir con lo que dicta la ley. Todo consejo debe reservar una de las juntas para tratar aquellos aspectos a los que le obliga la ley. La formulación de las cuentas anuales que deberán ser refrendadas por la junta general de accionistas, es un primer punto que no puede faltar en la agenda anual de temas.
Además del punto anterior, que es obvio y obligatorio, el consejo tiene la obligación de pensar en cuáles son los temas que debe debatir en profundidad para cumplir con su cometido que esencialmente tiene tres dimensiones: Asegurar la sostenibilidad, tener suficiente control financiero y estratégico y monitorizar a la dirección.
El primer vector, asegurar la sostenibilidad, influirá decisivamente en la lista de temas que componen la agenda anual de los temas del consejo.
Por supuesto habrá que hacer una revisión de la estrategia, por lo menos una vez al año. Sin olvidar la gestión del talento. Sin talento no hay futuro y por lo tanto la sostenibilidad se vería comprometida. A las personas que aportan ese talento hay que retribuirles. La ley de sociedades de capital fija como facultades indelegables, entre otras, la de nombrar y destituir a los directivos que tuvieran dependencia directa del consejo incluyendo su retribución. Hará bien el consejo yendo un poco más allá y conociendo la política de retribución de la compañía, por lo menos por lo que se refiere al segundo nivel del organigrama y conociendo cuánto talento tiene la empresa a ese nivel.
Los riesgos. Tema realmente importante. El consejo ha de propiciar la existencia de un mapa de riesgos que ayude a pensar a la dirección acerca de cuáles son los riesgos a los que se enfrenta la empresa y, si son neutralizables, poner en marcha las acciones que los neutralicen. En el caso de riesgos no neutralizables hay que trabajar en un plan de acción que ha de estar disponible si por desgracia estalla una crisis derivada de esos riesgos.
Hay muchos otros temas que pueden influir en la agenda anual del consejo.
Os invito a que hagáis vuestra propia lista y la podamos compartir a través de vuestros comentarios en este blog.