En el post anterior tratábamos el tema de la visión de la empresa y mencionábamos la idea del propósito. Me comprometí a desarrollar el tema en un nuevo post y esto es lo que pretendo hacer hoy.
El propósito es la razón de existir de la empresa, el conjunto de fines que persigue; el “para qué”.
A priori uno podría decir que el fin último de una empresa es ganar dinero. No exactamente. Ganar dinero es una condición sine qua non para la sostenibilidad de la empresa, pero no debería ser su último fin. Se atribuye a Jamsetji Tata, fundador del grupo Tata, la siguiente frase: “Hay una gran diferencia entre crear riqueza y hacerse rico”.
La empresa debe, en mi opinión, tener aspiraciones más altas que sólo ganar dinero o maximizar el valor de las acciones para sus accionistas.
Vayamos al tema del propósito. Muy recomendable el artículo de Jonathan Kownles et al. What is the purpose of your purpose? publicado en la Harvard Business Review en marzo-abril de 2022).
Los autores clasifican el propósito en tres categorías: Propósito causal o aspiracional basado en el bien social al que aspira la empresa, propósito por competencias que define la finalidad de nuestro producto o servicio y propósito organizacional que define la intención con la cual actuamos en nuestra empresa.
Quizás algunos ejemplos puedan ayudarnos a aterrizar los conceptos anteriores.
Procter and Gamble enuncia en su página web el siguiente propósito: “Proporcionaremos productos y servicios de marca de calidad y valor superiores que mejoren la vida de los consumidores del mundo, ahora y en las generaciones venideras. Como resultado, los consumidores nos recompensarán con el liderazgo en ventas, beneficios y creación de valor, permitiendo prosperar a nuestra gente, a nuestros accionistas y a las comunidades en las que vivimos y trabajamos”.
En la web de MARS se puede leer: “Tenemos nuestro propósito para guiarnos en nuestro camino. Lo que hacemos es tan bueno como la forma en que lo hacemos”, para a continuación enunciar los cinco principios que guían el quehacer de aquella empresa.
Nestlé lo enuncia de este modo: “Nuestro propósito es liberar el poder de los alimentos para mejorar la calidad de vida de todos, hoy y en las generaciones venideras”.
ILUNION es un referente en transformación y diversidad, que cuenta con una plantilla de 40.000 personas, compuesta por un 51% de mujeres, un 43% de personas con discapacidad, un 27% de mayores de 55 años y un 16% personas en riesgo de exclusión social (sic web Ilunion). Su propósito: “Construir un mundo mejor con todos incluidos”.
Podríamos seguir con una larga lista, pero me parece que con los ejemplos anteriores es suficiente para reforzar la idea de que el propósito de una empresa no puede ser sólo ganar dinero. Ganar dinero debe ser un medio para lograr fines superiores.