Este es el título con el que el profesor Jaume Aurell, Catedrático de Historia Medieval en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra publicó en Expansión un artículo sobre el propósito el día 4 de agosto del pasado año.
Entresaco algunos párrafos, pues no tendría sentido y sería poco honesto por mi parte, reformularlos. El profesor Aurell decía en su artículo:
“Jaime I de Aragón, cuyo reinado cubre buena parte del siglo XIII, es muy conocido por su faceta como conquistador de Valencia y Mallorca, pero también por sus enormes virtudes caballerescas. En el campo de batalla, siempre iba por delante. En el orden de caballería, pocos le ganaban en el señorío de sus gestos y acciones. Entre sus pares, los reyes europeos, fue un referente continuo, no solo por su bravura militar sino también por su prudencia en el gobierno. Sin embargo, lo que quizá le dio una celebridad más duradera es que fue el primer rey medieval en escribir sus memorias”.
Más adelante el Prof. Aurell dice: “Ya desde la introducción, Jaime I propone a sus súbditos hacerlo todo por la gloria de Dios, ‘teniendo en la memoria las notables mercedes que el Señor nos había otorgado durante nuestra vida’”.
Es sin duda un propósito más aspiracional que los propósitos de nivel causal que utilizan algunas empresas y corporaciones de nuestro tiempo. Podríamos definir el propósito causal como el bien social al que aspiramos como corporación. No todas las empresas tienen un propósito causal. Algunas se contentan con sobrevivir. La mayoría se centran (o se conforman) con que su propósito defina sus competencias diferenciales, que constituyen la base de su ventaja competitiva o en describir como es la cultura de su organización tratando de explicar la intención con la que se hacen las cosas en la misma.
Cito a continuación tres ejemplos que he sacado de tres webs de grandes empresas donde a fecha de hoy (7 de febrero de 2023) describían así sus respectivos propósitos.
Ejemplo A: “Proporcionaremos productos y servicios de marca de calidad y valor superiores que mejoren la vida de los consumidores del mundo, ahora y en las generaciones venideras. Como resultado, los consumidores nos recompensarán con el liderazgo en ventas, beneficios y creación de valor, permitiendo prosperar a nuestra gente, a nuestros accionistas y a las comunidades en las que vivimos y trabajamos”.
Ejemplo B: “Nuestro propósito es liberar el poder de los alimentos para mejorar la calidad de vida de todos, hoy y en las generaciones venideras”.
Ejemplo C: “Contamos con nuestro Propósito para guiarnos en nuestro camino. Lo que hacemos es tan bueno como cómo lo hacemos, un objetivo reflejado en nuestro Propósito”. A continuación, en esa web conectan este propósito con cinco principios que guían todas sus actuaciones.
Dejo a vuestra consideración la calificación de los tres ejemplos bajo las tres categorías: Propósito causal, de competencias o de funcionamiento y cultura de la organización.