El primer paso es conocerse a uno mismo

Imagen: FreeDigitalPhotos.net – Master isolated images.
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Seguimos hablando de la incorporación de las siguientes generaciones en la empresa familiar. Como avanzaba en el último post, las próximas dos semanas daremos algunas pautas que ayudarán a ese joven miembro de la familia que se plantea si entrar o no en la empresa familiar a dibujar una hoja de ruta que le permita a encontrar su sitio en el negocio familiar. Este lugar puede estar en el día a día de la gestión de la empresa pero no es imprescindible que así sea. Lo importante es que encuentre la mejor forma de aportar valor a la empresa.

El proceso de preparación de esta hoja de ruta comienza con una fase de autoconocimiento. Conocerse y saber gestionarse es imprescindible para lograr el bienestar y sentirse bien con uno mismo. Solo de esta forma podremos encontrar nuestro sitio en la vida y en la empresa familiar. Para lograr este autoconocimiento resulta útil:

  • Identificar y ejercitar nuestras fortalezas personales

Una fortaleza es una capacidad. Cuando utilizamos nuestras fortalezas sentimos que somos verdaderamente nosotros y eso nos hace sentir bien. Para identificar nuestros puntos fuertes es imprescindible la reflexión personal: nos puede ayudar repasar los logros personales conseguidos y esos momentos de nuestra vida de los que nos sentimos orgullosos.

Además de la autorreflexión, también es recomendable pedir la opinión de otras personas cercanas que nos puedan decir cómo nos ven desde fuera. Podemos pedirles que nos digan cuáles creen que son nuestras fortalezas (por ejemplo: creatividad, curiosidad, perseverancia, liderazgo, sentido del humor…) y luego analizar cuáles son las que más veces se han repetido. Una vez identificados los puntos fuertes nos será más fácil trabajar en ellos para potenciarlos.

  • Reflexionar sobre nuestras metas vitales y nuestros sueños

Numerosos expertos coinciden en que perseguir nuestros objetivos y nuestros sueños es un elemento crítico y esencial para alcanzar el bienestar. Como miembro de una empresa familiar, es importante tener en cuenta dónde y cómo se ajusta el proyecto empresarial a nuestras metas de vida para intentar encontrar los puntos en común. En esta fase es útil plantearse cuestiones como: ¿cuáles son los principales objetivos de la empresa familiar?, ¿cuáles son mis metas vitales?, ¿cómo encajan mis metas en los objetivos de la empresa?

  • Encontrar nuestra vocación

¿Percibes tu trabajo como un trabajo, como una carrera o como una vocación? Si lo vives como un trabajo, es posible que solo lo veas como una forma de ganar dinero para vivir. Si lo percibes como un trampolín para ir progresando en tu trayectoria profesional, es que entiendes tu experiencia profesional como una carrera. Si sientes que tu dedicación laboral contribuye a cambiar el mundo, entonces es que realmente has descubierto tu vocación. Encontrar nuestra vocación nos hace sentir bien porque sentimos que estamos aprovechando nuestras fortalezas al máximo y esto resulta gratificante y da sentido a nuestra vida.

Como miembro de la siguiente generación, lo idóneo sería que tu trabajo en la empresa familiar resultara gratificante y lo sintieras como tu verdadera vocación, porque de lo contrario puede desembocar en frustración. Si no crees que tu verdadera vocación se encuentre en el negocio familiar, será mejor buscar tu ocupación laboral fuera y participar en la empresa familiar a otro nivel que te haga sentir satisfecho y realizado.

En vuestra familia, ¿cómo se fomenta el autoconocimiento y la reflexión de los miembros más jóvenes? ¿Se les anima a buscar su verdadera vocación?

Para saber más:

A Guide to Reflect on Your Entrance Into the Family Enterprise (SMN-691-E) Ceja, Lucía; Tàpies J. 2014.

Josep Tàpies es el titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE y Profesor emérito del Departamento de Dirección Estratégica del IESE.

2 thoughts on “El primer paso es conocerse a uno mismo

  1. Sumamente interesante la meditación que provoca este nuevo blog.Ya es difícil el paso a la siguiente generación,cuanto mas lo que supone inculcar el sentimiento fundamental de vocación sin olvidar la necesidad de percibir el trabajo como la mejora de una trayectoria profesional que apoye asimismo tu vocación,Si se consigue el éxito, la satisfacción y felicidad personal que provoca la vocación es tan grande que justifica mas que plenamente el esfuerzo de inculcar ese sentido de la vida a la siguiente generación. Gracias una vez mas por hacerme pensar .

    1. Apreciado Luis Fernando,
      estamos de acuerdo en que la autorreflexión es esencial para que las nuevas generaciones de la familia empresaria descubran su verdadera vocación. No es tarea fácil despertar ese sentimiento de compromiso con la empresa familiar, como bien apuntas, pero si se consigue, el resultado es tan positivo que hace que el esfuerzo merezca la pena.
      Saludos,
      Josep Tàpies

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