Al igual que en el resto del mundo la espina dorsal de la economía y del empleo alemán son las empresas familiares. Según la agencia estadística Destatis, la primera vez desde 2007, el Estado alemán cerró el primer semestre con un superávit equivalente al 0,6% del PIB. El amplio superávit de la Seguridad Social, está impulsado por el buen comportamiento del mercado laboral, lo que permite al Estado alemán alcanzar un resultado positivo de 8.300 millones de euros.
Cincuenta y una de las cien principales empresas alemanas son de propiedad familiar. De los 2.058 mil millones de ingresos que generan las 100 principales empresas alemanas, 915 mil millones corresponden a las empresas familiares que forman parte de este selecto ranking. Es el último dato revelado por Institute for Family Businesses (IFF), con sede en Stuttgart.
En el período que va desde los años ochenta, hasta el año 2005, solamente una tercera parte de las 100 mayores empresas alemanas eran familiares. Este gran avance en el ranking en parte se debe a las características intrínsecas de este tipo de empresas que a parte de la visión a largo plazo, también se caracterizan por una mayor prudencia a la hora de endeudarse y sobre todo porque fomentan el sentimiento de solidaridad entre sus empleados.
Incluso en el periodo más duro de la crisis financiera, las grandes empresas familiares alemanas eran reacias a recurrir a los despidos. En lugar de ello, recurrieron a crear modelos de empleo temporal, hasta que amainara la crisis.
La mejor prueba de que este modelo de empresa funciona es el resultado del estudio realizado por Institute for SME Research (IfM), según cual las 4.400 empresas familiares industriales con facturación superior a 50 millones de euros, representan el 43% del total de la exportación alemana.
Pensar y planificar en el largo plazo, es el terreno donde con mayor soltura se mueven las empresas familiares, para quienes la principal unidad de tiempo es una generación. Gracias a un fuerte compromiso con la continuidad y la libertad de la presión que pueden ejercer los accionistas ajenos a la familia propietaria, las empresas familiares disponen de la paciencia; una ventaja competitiva muy valiosa para los tiempos que corren.
Obviamente hay una gran distancia entre las dos economías, pero saber que la empresa familiar es también la columna vertebral de la economía española, personalmente me inspira mucha confianza a la hora de pensar en la recuperación económica.
Muchas gracias Josep, en estos momentos tan difíciles de superar, leer una columna como esta te da impulso para seguir marcandote objetivos. Me alegra saber que las EF son clave en la economía alemana, y un ejemplo a seguir, contar con este hecho me aporta una nueva visión a largo plazo.
Estimado Fran,
Me alegra que el post te haya gustado.
Espero que la nueva visión te abra muchas puertas hacía las nuevas oportunidades.
Hace muchos años Edward de Bono nos aportó la idea del lateral thinking. Mirar a las empresas familiares de economías importantes es una forma de estimular este pensamiento lateral.
Saludos
Josep
Muchas gracias por esta columna que demuestra claramente el impacto de la EF en la Sociedad Alemana lo cual nos anima a seguir promoviendo las buenas prácticas de las EFs para el beneficio y recuperación de economías en crisis como la Española y ejemplo para las EFs a nivel mundial
Muchas gracias Manuel,
Esta no es la primera, y mucho me temo que no será la última crisis importante, que viven muchas empresas familiares españolas. Estoy convencido que cuando amaine el temporal muchas saldrán reforzadas para volver a crear empleo y riqueza para toda la sociedad. La historia de crisis anteriores avala esta hipótesis. España tiene hoy muchas empresas familiares multinacionales que hace treinta años eran empresas muy locales.
Saludos,
Josep
Muy apropiado Josep. Mi experiencia en grandes multinacionales es que llegan a ser muy ineficientes precisamente por un cortoplacismo exagerado y una escasa identificación de los ejecutivos con la cultura de la empresa.
Estimado Miquel,
Los tiempos que vivimos actualmente, son la mejor muestra de la insostenibilidad de las estrategias cortoplacistas, cuyo único fin es buscar el mayor rendimiento del valor de las acciones.
Durante la época del crecimiento vertiginoso que habíamos apreciado en la década pasada, mientras una gran parte de empresas se dejaba llevar por los beneficios cortoplacistas, las empresas familiares seguían fieles al valor que por excelencia les caracteriza: mirar a largo plazo. Las empresas familiares alemanas son la mejor muestra de los beneficios que este tipo de estrategia aporta.
Saludos,
Josep