Como ya anunciamos la semana pasada el leitmotiv del nuevo programa sobre empresa familiar que ha desarrollado la Cátedra de Empresa familiar del IESE es «La relación familia-empresa: Una cuestión de principios«.
La semana introdujimos el concepto de manifiesto familiar. Hoy empezamos a trabajar con la primera de las piezas que hay que encajar en ese puzzle que hemos dado en llamar el manifiesto familiar: El propósito. Partimos de la idea de que una Familia Empresaria debe tener un propósito sin el cual nada tendría sentido. Sin embargo dar con ese propósito y escribirlo no es tarea fácil. Entiendo como propósito aquello que se aspira conseguir y aquí surge la pregunta:
- ¿Qué es lo que una Familia Empresaria pretende alcanzar?
- ¿Tiene respuesta única o es a medida para cada familia?
Una idea que probablemente asumirán la mayoría de familias empresarias que lean este post podría ser esta: » Contribuir a la felicidad de los miembros de las futuras generaciones ofreciéndoles como punto de partida para su desarrollo personal el acceso a una excelente formación y la oportunidad de contribuir desde su formación a la continuidad del proyecto de familia empresaria».
Aquí viene la primera oportunidad de reflexión:
- ¿Cabe añadir algo a la definición de propósito enunciada?
Adicionalmente el debate puede ser inmensamente rico si nos adentramos en cuestiones como:
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¿Qué entendemos por contribuir desde su formación a la continuidad del proyecto de familia empresaria?
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¿Estamos hablando de dirigir la empresa?
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¿Acaso de formar parte de su consejo de administración?
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¿Conformarse con ser un accionista responsable?
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¿Ayudar a la concordia desde la familia, sin aspiraciones empresariales?
Será interesante conocer vuestro punto de vista sobre acerca de cuál es la posición en la que creéis que se puede aportar más valor al proyecto de familia empresaria.
Muchas gracias por vuestras aportaciones y hasta la próxima semana donde aportaré la siguiente pieza del puzzle.
Josep
Hola. Creo que yo le agregaría a la definición de propósito: «…el contribuir desde su formación a la continuidad del proyecto y a hacer propia la visión de la empresa familiar».
Y si esta visión hace verdaderamente un cambio en la vida de las personas a las que se sirve, haremos más felices a nuestros familiares.
Saludos.
Sigo atentamente vuestros artìculos. Sin ànimo de `complicarla` me parece que en algùn momento tambièn tendrìamos que introducir el tema de las «parejas empresarias`orìgen luego de muchas empresas familiares. Les parece? Cordialmente Ariel Sotelo