Que tenue resulta la línea entre compadecerse de la situación de un familiar que está sufriendo la tesitura de no encontrar empleo y cargar la empresa familiar de gente no idónea e incluso a veces poco capacitada para el desempeño de funciones esenciales.
Sin embargo, estas son situaciones que se dan y que deben ser objeto de reflexión a la luz de la escala de valores que tenga la familia propietaria.
Volvemos a la cuestión clave: ¿Que es primero la empresa o la familia?.
Es verdad que sin empresa no hay empresa familiar, pero no es menos cierto que la familia esta ahí para echar una mano cuando uno de sus miembros atraviesa por una mala situación.
Creo que el tema nos brinda una excelente oportunidad para reflexionar.
La pregunta podría ser: ¿debe la empresa familiar acoger a los familiares en apuros aun a riesgo de perder eficacia?
La meritocracia frente a la solidaridad. ¿Cual prima sobre cuál?
Estoy seguro de que nos hallamos ante un rico e intenso debate.
Saludos
Josep
Me gustaría subrayar el hecho de que al aceptar a una persona no competente o capacitada para un puesto de trabajo dentro de la empresa familiar se le hace un daño mayor no solo a la empresa sino al familiar mismo y al resto de los empleados.
El trabajo es un vehículo para dignificar a la persona y un medio de realización y superación personal y profesional. Así, una persona debe realizar un trabajo para el cual esté capacitado o al menos tenga el potencial (y los medios de desarrollo) para poder llegar a realizarlo exitosamente.
Si la empresa familiar quiere en realidad ayudar al familiar en apuros es importante que le asigne un puesto de trabajo para el cual éste sea apto. En caso de no tenerlo debería ayudarlo de otra manera, por ejemplo:
– Con asesoría profesional para que éste encuentre un trabajo en el mercado laboral para el que sí sea apto
– Con estudios adicionales que le ayuden a mejorar sus competencias
– Con la creación de un puesto de trabajo acorde a sus aptitudes que tenga un proyecto de tiempo limitado, con objetivos medibles y que sería cancelado en caso de no cumplir con las expectativas
** Estos dos últimos puntos tendrían que acordarse desde el Consejo de Administración.
Otro punto importante que me gustaría señalar es el efecto negativo y desmotivante que tiene en el resto de los empleados el hecho de que un familiar incompetente llegue a ocupar un puesto al que dicho empleado ha aspirado (y tiene los argumentos para alcanzar) por años. Esto además le resta credibilidad a la empresa, a su dirección y gobierno y crea un ambiente de desconfianza, en donde se echan abajo el esfuerzo y los éxitos alcanzados por los empleados atentando contra la sostenibilidad de la empresa en un futuro.
En conclusión, en ningún caso debería justificarse darle un puesto de trabajo a un familiar no apto ya que esto lo perjudicaría a él mismo, a los demás empleados que sean «víctimas» de su incompetencia y a la estructura económica de la empresa de la que dependen muchas más personas, familiares y no familiares.
Es una gran duda la que el profesor Tapies nos presenta. Pero yo propondría también ir algo más allá, ir a la situación donde efectívamente se ha ayudado a la familia ó al menos eso se creía. Llega un momento en que esta persona se siente con muchísimos derechos y por no sentirse totalmente respaldado, ya que su capacidad no es la mínina necesaria, y choca con la dirección general decide marchar…… en ese punto que se debería de tener en cuenta ese hecho de ayuda reciente, yo me pregunto….. ese familiar se siente familia y que trabaja en la empresa familiar? mis experiencias es que no, que son ellos los que han ayudado a esa empresa familiar y son ellos los que no se sienten nada reconocidos. No sacrifican nada de sus objetivos para mantener ese espíritu familiar.
EN la mayoría de casos que conozco es la empresa la que, con la intención de mantener ese vínculo, cede y concede a ese familiar mucho más que a otros empleados con muchos más méritos y aptitudes.
Además es complicado establecer la línea por la cual unos familiares ó amigos sí pueden acceder y otros no……
Gracias Sr. Tapies por hacernos pensar y por escuchar a otras personas con nuestras mismas circunstancias, se aprende mucho de escuchar a un grupo de gente hablar sobre temas muy de nuestra actualidad.
Qué dificil es acertar!!!!
Si la empresa no puede ayudar a la familia ¿para qué sirve la empresa familiar? Hablemos entonces sólo de empresa e inversores (que son familia), que es otra opción totalmente válida. Mejor distinguir entre negocio familiar y empresa «a secas».
La generación anterior pertenece a una época en la que la mejor de las herencias que podía dejar a sus hijos era un puesto de trabajo. La empresa, si es familiar, debe reservar parte de sus beneficios para crear, aun artificialmente, estos puestos de trabajo para aquellos que, por distintas circunstancias, los necesitan. Otra cosa es la obligación de esas personas de aceptar trabajos incluso por debajo de lo que ellos creen que son sus capacidades y su posibilidad de remuneración; invitándoles así a buscar trabajo fuera de la empresa. Pero esto es cuestión de Educación, no de protocolo. En otro caso lo mejor es trasformar la empresa familiar en empresa con accionistas que son familia y tener una interesante política de dividendos. En este caso la familia sólo es dueña del dinero invertido (que es su verdadero negocio familiar) y no de la empresa (que pasa a ser una inversión, a la que tienen mucho, muchísimo, cariño; pero una inversión).
Mi padre presumía de que al menos nos dejaba un sitio para ganarnos la vida «aunque fuese de listeros» (oficio de la construcción ya perdido, pero al que antes iban todos los enchufados a ganarse «humildemente» un sueldo ). Cuando no podamos crear estos puestos, dejaremos de ser «familiar» y pasaremos a ser sólo empresa. La solución en muchos casos.
En mi opinón la Familia primero. Teniendo muy claro qué es lo que tiene ésta, si negocio o inversión. Si es negocio, de listero; si es inversión, que por lo menos pase las actas a limpio. Y si son tres primos, por triplicado.
Un saludo, profesor.
Hay casos en los que se opta por «alivianar» a un tio, primo o sobrino otorgándole un puesto dentro de la empresa por desconfíar en una persona ajena a la familia por la arraigada creencia de que no hay cómo la familia para hacerse cargo del negocio y que en un familiar es más facil desarrollar sentido de pertenencia. Bajo la lógica que la confianza que se tiene y se ha cimentado extracurricularmente en un familiar X o Y es razón suficiente cómo para dejar en sus manos determinado puesto o asignación.
¿Qué tan conveniente es guiarse bajo ésta linea de decisión?. Sobre todo en el caso de una empresa en la que la situación llega a ser recurrente por conservadurismo y falta de confianza de parte del -Pater familias/Director- y por la falta de miembros familiares lo suficientemente competentes o interesados en integrarse al negocio familiar.
Agradecería mucho sus comentarios…
Agradezco de veras todos los post del Profesor Tapies.Son realmente extraordinarios y dan una visión más amplia de las empresas familiares
Comparto los comentarios realizados.Creo que una empresa familiar no es una casa de caridad, pero los miembros de la familia que puedan tener contactos ayuden a los otros realizando networking que no es lo mismo que enchufismo…
También puede ser que esa persona sea válida aunque todo dependerá si el protocolo lo permite o no la entrada de familiares..
Otra idea podría ser que ayudara a colaborar en los consejos de familia.
Saludos,
Miriam
Saludos, estimado Prof. Tapies y seguidores del blog. Una empresa familiar, no es una organización de caridad o de mutuo socorro, aunque existan organizaciones para esos fines, al fin de cuentas, son organizaciones sin fines de pérdida. La pregunta puede tentar el corazón y los sentimientos de las personas. Pero una empresa bien puede establecer un fondo de ayuda temporal al familiar necesitado pero no asumirlo como una carga. Es el mismo caso en que la familia carga indebidamente a la empresa los gastos de sus consumos personales, reparación de vehículos y reparaciones domésticas. Ahora bien nada impide que los miembros de la familia emitan cheques personales (fondos propios) en favor del pariente necesitado, pero la empresa no necesariamente debe convertirse en tabla de salvación. En resumen, hay soluciones alternas para esta eventualidad: 1. Establecer un fondo de ayuda temporal de manera formal por la empresa, 2. Los miembros proveen ayuda con sus propios ingresos, 3.Emplearlo solo si tiene competencias útiles para el desarrollo de la empresa.
Hasta el próxmo foro, cordialmente, Carlos Lee
Es un debate sugestivo el que se habre con este tema. La pregunta es, si primero es la empresa o la familia y a partir de aqui cual quier asunto, como el que se plantea, es siempre digno de estudio y para cada caso.
Pero la carga de profundidad es, si tomamos las decisiones, cualuiera que sean, por el bien de empresa o por visceralidades personales. y aqui entran temas tan relevantes como la sucesion del presidente, la contratacion de profesionales, incluso las inversiones en muchas ocasiones.
En mi opinion segun esta disyuntiva puede estar el futuro o no de la empresa.
Este es un tema sumamente complejo y dificil porque intervienen una serie de factores que nada tienen que ver con el desarrollo de la empresa que a su vez debe ser fria ,objetiva empresarialmente hablando y a mi entender aislada de problemas paternalistas que a la larga la pueden destruir provocando perjuicios mayores no solo a la familia sino a terceros que nada tienen que ver con los sentimientos comprensiblemente humanos de cada uno de los miembros de la familia,que por cierto tambien pueden ser complejos
La empresa Familiar debe estar para ayudar a la familia a fortalecerse y mantenerse unida, pero la empresa como negocio debe ser rentable y sustentable. Por lo tanto, sin emplear a gente que no haga falta y que no esté alineada con los objetivos de la empresa, se puede ayudar a los familiares con las utilidades generadas por la empresa -siempre que las haya- sino, la empresa estaría haciéndose mucho daño a sí misma e inclusive al familiar a ayudar. Por lo tanto, es una decisión de los socios el compartir o no sus utilidades y en qué forma hacerlo.
Realmente no hay una solución buena. Dependiendo de la capacidad económica de la empresa lo mejor sería subvencionar a esta persona durante el tiempo que está en paro (claro un tiempo prudencial) para que no pase un calvario económico y pueda dedicar todos sus esfuerzos a la busqueda de un trabajo acorde con sus posibilidades.
Ante esta excelente propuesta de reflexión, me surge la idea de remarcar la importancia que tiene el consenso que sobre este punto al que haya podido llegar la familia en su momento; es decir antes de que esta inquietante situación ocurra.
En segundo lugar, y en línea con lo anterior, creo que deberá analizarse los motivos por los cuales ese familiar no consigue trabajo; y como toda regla tiene su excepción, me parece que si los familiares, en consonancia con el Consejo de Administración, deciden tomarlo como empleado, no habría mayores inconvenientes.
En este sentido, ningún familiar ni la misma persona afectada por esta situación, debería tomarlo como algo personal, porque las reglas teóricamente vividas culturalmente en el seno de la familia a través del protocolo, explican la importancia que tiene la profesionalización de los integrantes de la familia que vayan a trabajar en la empresa.
Sin lugar a dudas no es fácil ni la temática ni la decisión, pero dejar asentado un precedente de que a la empresa puede ingresar cualquier persona y de cualquier manera, es la forma más exacta de comenzar a cavarle la fosa a la empresa.
¡ Seamos mas emprendedores dentro de la familia ! Seguro que este familiar sin trabajo tiene alguna cualidad humana y profesional que nos lleve a crear otra empresa con la ayuda financiera de la familia y/o de la empresa familiar. Puede ser o no complementaria a la actividad de la EF.
¡ Hay que crear mas empresas !
En relación con el post propuesto, mi punto de vista es que si en el caso de «apenarnos, compadecernos»de una situación así; la debilidad en la empresa está asegurada.
Sin embargo, la familia podría ayudar a ese miembro reconociendo la dignidad de esa situación y con ello impulsando a la persona a encontrar soluciones que le mejorarían y que le posibilitarían que de nuevo se encontrará proactivo para encontrar su equilibrio económico. Impulsar no es solucionar, es estar presente sin intentar solucionar los asuntos individuales.