Entre los principales elementos que definen la naturaleza de la familia está la comunicación informal. Dado que la familia ocupa la mayor parte de su tiempo en espacios definidos como cotidianos, las informaciones que se transmiten y los mensajes que tienen formato informal, directo y espontáneo. Por otra parte, en una empresa la comunicación está formalizada y la información que se valora como relevante es aquella que se transmite de forma formalizada.
Es evidente que la comunicación es muy distinta en cada uno de los ámbitos que componen la empresa familiar, pero independientemente del ámbito, su importancia es la misma. Por ello las familias empresarias que potencian la cultura de comunicación fluida y constante acerca de la empresa, superan con más facilidad los obstáculos que plantea la continuidad de la empresa familiar. Y por ello, en nuestro estudio de los principales valores que comparten las empresas familiares exitosas, la comunicación figura como uno de los valores cruciales.
Es un valor de suma importancia porque sin él no sería posible trasmitir el resto de los valores familiares y promover el buen gobierno de la empresa.
En toda empresa familiar es fundamental la existencia de un buen sistema de comunicación interno, que permita mantener a las personas que forman parte de ella, informadas y cohesionadas. La familia tiene mucha importancia en este proceso porque desde la misma fundación de la empresa, la familia imprime los patrones comunicacionales a toda la organización. Estos patrones siguen presentes en todas las fases posteriores del desarrollo de la empresa y si entre los propietarios no están establecidas las bases y mecanismos para una buena comunicación, difícilmente la habrá en los niveles de gestión y entre los empleados.
Cuando en la familia empresaria no se cultiva la comunicación abierta como un valor fundamental, la confianza se verá mermada por los intereses ocultos, la testarudez y el miedo a expresar los propios sentimientos. Esto a su vez llevará a modelos de comunicación deficitarios que inevitablemente salpicarán a toda la empresa familiar.
Otro ámbito importante donde la comunicación abierta como valor juega un papel crucial, es el dialogo generacional. Cuando a los miembros de la siguiente generación se les pregunta acerca de las preocupaciones que tienen con respeto a la empresa, entre las primeras suele aparecer la comunicación, o mejor dicho la ausencia de la misma. Para las generaciones al mando los problemas más destacados suelen ser de otra índole y a veces la presión del día a día les hace prestar mas atención a lo urgente que a lo importante.
Pero excluir la comunicación del día a día es prácticamente imposible, puesto que, por mucho que uno intente hacerlo, es imposible no comunicar. Callando se puede decir mucho, pero hablando se entiende mejor.
Excelente post! y aporto esto: no solo el diálogo sobre sus expectativas en la empresa sino también qué se está callando en la familia, porque la mayoría de las veces el tema es que la falta de participación (en mi experiencia) o diálogo es porque en la familia no hay espacio para ello. Muchas familias tienen modelos en los que «de eso no se habla» y lo oculto es justamente lo que produce ruido y muchas veces desánimo. Los más grandes deben empezar a establecer un diálogo basado en la escucha, en dejar sus egos de lado y tomar en cuenta al otro; de esa manera pueden empezar a dialogar con las otras generaciones , preguntandoles que esperan de la vida , que esperan de uno, cómo lo ven. Los más jóvenes tienen mucho para enseñarnos, esta generación Y se viene con todas las herramientas para poder entablar una conversación adulta y sincera en base al respeto y el feedback. Creemos que las generaciones deben sumar sus historias y poder hacer una en conjunto, por eso el reconocimiento y el buen trato son esenciales. Como consultora, con mis familias empresarias, siempre empiezo por el tema vincular, es lo que ayuda en los diálogos y los acuerdos en los diferentes ámbitos. Como siempre, GRACIAS!. Cristina.
Que buen artículo Profesor Tapiès!!
Que difícil ponerlo en práctica !
Por lo menos nos cuesta ponernos de acuerdo el día y la hora ( somos 7) por temas domésticos , trabajos que tiene cada uno, no hay mala voluntad pero….
Que opina usted?
Estimada Josefina,
Para ponerlo en práctica ya tienen un buen elemento que es la voluntad. En una empresa familiar donde los temas, roles y responsabilidades se mezclan con tanta frecuencia e intensidad es realmente complicado mantener siempre una buena comunicación, pero no es imposible.
Mi primera sugerencia sería establecer una clara agenda especificando dónde, cuándo y cómo los familiares propietarios van a mantener conversaciones sobre los temas de importancia para la empresa familiar.
Saludos
Josep
Toda la razón. Es fundamental el diálogo.