Muchos probablemente habréis oído la famosa frase atribuida a Goethe “lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso, o no será vuestro.”. Es una frase que inspira la cultura del esfuerzo y del mérito, algo por definición atribuido a las primeras generaciones de las empresas familiares, y, en mi opinión, injustamente cuestionado cuando de las generaciones posteriores se trata.
Los herederos no solamente han de mostrar las habilidades que requiere el puesto de trabajo sino también invertir mucha energía y tiempo en ganarse el respeto para ser tratados como personas con su propia identidad, carácter e ideas y no como “hijos de papá”, como tantas veces se les estigmatiza. Demostrar su valía es muchas veces una batalla algo injusta porque, además del entorno y las condiciones, implica luchar contra las sombras, llevando una carga que no les corresponde.
Hace poco, un gran amigo y empresario familiar me habló de las palabras que se le quedaron grabadas escuchando en un congreso de Family Business a John Elkann, quien en aquellos momentos acababa de ser nombrado presidente de FIAT Group. El heredero de la gran saga automovilística compartía con los empresarios reunidos tres puntos que a mi modo de ver deben ser tenidos en cuenta pensando en el desarrollo personal y profesional de las personas a las que se confiere una gran responsabilidad; liderar proyectos empresariales de los que dependen muchos puestos de trabajo.
En aquella ocasión, John Elkann hizo entre otras estas observaciones:
- No tienes porque pedir perdón por haber heredado.
- Haber heredado no te confiere ningún privilegio especial.
- Si has heredado, prepárate para rendir cuentas.
La primera está íntimamente ligada al sentimiento de culpa que algunos herederos sienten respeto a la herencia recibida. Ante el dilema sobre si la empresa familiar es una “bendición” o una “maldición” eligen la segunda opción y con ello condicionan toda su relación con la misma.
La segunda observación es casi una recomendación que podría enunciarse así: haz de la humildad tu compañera de viaje. Siempre hay oportunidades de aprender si se tiene una correcta actitud de humildad. Desafortunadamente, si de pequeño, en el hogar, se ha fomentado la soberbia confundiéndolo con un insano orgullo de pertenencia, al heredar será difícil corregirlo.
Si te ha tocado nacer rico piensa en el enorme poder transformador que esto conlleva y el bien que puedes hacer para la sociedad en la que vives. Y si te sientes “todopoderoso” por la herencia que te ha tocado, recuerda las palabras de Goethe y entiende la herencia te fue transmitida como una batuta que ha de pasar en las mismas o mejores condiciones a las generaciones siguientes. Únicamente así preservarás su verdadero valor.
El tercer punto tiene que ver con un término difícil de traducir al castellano. Es la “accountability”. En realidad Elkann dijo «be accountable». Simplificado, es la imperiosa necesidad que obliga a cada heredero a hacerse responsable de sus actos y sus decisiones ante terceros. Aprendiendo de los errores y asumiéndolos con madurez para generar confianza tanto al equipo humano que tienes a tu cargo, como a ti mismo, es el mejor camino para hacerse merecedor de la herencia transmitida.
Con esto me despido del blog, hasta el nuevo curso, deseando a todos un feliz y merecido descanso.
La verdad es que en el sentido de las constumbres son muy difíciles de cambiar y siempre hay que tener muchas cosas en cuenta para ello, pero es ahí donde debemos insidir.
Estimado Jorge,
Es un trabajo largo y complejo, pero cuando se recogen los frutos todo ello se olvida.
Saludos
Josep
Buen artículo. Añadiria el hecho de tener de convivir, quizás durante demasiados años, con algo más que la sombra del padre condicionando su labor y posicionamiento. Asumiendo una preparación adecuada y visión estratégica, sólo una gran fortaleza de espíritu y liderazgo del sucesor pueden superar con éxito un lastre semejante. Buenas vacaciones.
Estimado Mero,
La clave como bien mencionaste está en la preparación. Es lo que a uno le provee de seguridad necesaria para afrontar un liderazgo constantemente sometido al juicio que muchas veces está basado en criterios subjetivos.
Te deseo unas excelentes vacaciones y que el nuevo curso sea mucho mejor que el anterior.
Saludos
Josep
Gràcies Professor.
Muchas gracias Mero,
Tener una buena preparación es la clave.
Saludos
Josep
Estimados, muy bueno este post, desde nuestra realidad vemos que muchos herederos aún no están preparados para serlo y eso puede ser por múltiples motivos, entre ellos el hecho de que han «heredado» sin conocer lo que reciben, y no se puede valorar lo que no se conoce; otro puede ser la percepción negativa que puede haber sido originada de manera involuntaria entre los que gestionan, hay tantos actos y conversaciones para revisar, tantos diálogos para entablar que creo que una de las mejores acciones que podemos realizar es , como consultores, facilitar estos espacios para que quienes hereden sean entrenados para seguir y trascender; y si deciden que no lo harán que su decisión sea libre, en base al desconocimiento , pero no por temas vinculares… Saludos atentos, gracias como siempre! Cristina
Estimada Cristina,
Efectivamente, como decía en el post, si de pequeño, en el hogar, se ha fomentado la soberbia confundiéndolo con un insano orgullo de pertenencia, al heredar será difícil corregirlo.
Los consultores pueden tener un importante rol en el proceso de revertir las malas tendencias y costumbres adaptadas, pero lo fundamental son la cultura y los valores de la propia familia empresaria. Es donde se forja el carácter de los herederos y es desde donde se ha de trabajar el cambio.
Saludos
Josep