Si esto no fuera mío… ¿invertiría?

“Il granitico cento per cento” es la frase que un colega y amigo italiano, gran estudioso del mundo de la empresa familiar, usa cuando habla a los empresarios familiares de la confederación que él asesora, para ilustrar la dificultad que para una buena estrategia de expansión supone la obsesión de mantener el capital.
Una  familia empresaria española propietaria de una gran empresa muy internacionalizada, con la que tuve la satisfacción de colaborar durante bastantes años, se refería al mismo tema con la expresión “es como abrir el melón”. Una vez abierto, ya no hay vuelta atrás.

No es del todo cierto, pero hay que reconocer que el camino de vuelta no es sencillo.

Si hay que recomprar a un fondo de capital, aquel querrá una tasa interna de rentabilidad muy superior a lo que habría pedido un banco para aportar esa financiación y si al final hay que recomprar por qué pagar más que al banco si recomprar las acciones en términos de flujo de efectivo es equivalente a devolver el préstamo, decían. Es un buen punto para la reflexión para los siguientes temas:

• ¿Compensa “abrir el melón”?
• Cuál es el límite de endeudamiento razonable?
• ¿Estarían los bancos dispuestos a prestar ese dinero?

Ya sé que en los tiempos que corren hablar de financiación bancaria puede sonar a sarcasmo, pero puedo asegurar que los bancos están deseosos de buenos proyectos en los que invertir.

Esto me invita a una reflexión que debería hacerse toda empresa familiar o no familiar. Confío en que la siguiente práctica les pueda ayudar.

Cada mañana al llegar a su empresa, párese un momento a contemplarla y pregúntese: Si esto no fuera mío, ¿invertiría en ello? Si la respuesta es no, empiece a actuar de inmediato.

Llegado este punto me gustaría lanzar dos preguntas a las familias propietarias:

1. ¿Somos conscientes de que el “granitico cento per cento” quizás no es la mejor política financiera para apoyar la estrategia competitiva que deseamos?
2. ¿Somos capaces de tomar las grandes decisiones que requiere la estrategia coherente con nuestro sueño como familia empresaria?