Las empresas familiares cuentan con un valor intangible que las hace distintas de cualquier otro tipo de empresa. Es lo que Habbershon y Williams llamaron familiness.
Este concepto, difícilmente traducible al castellano, es el resultado de una adaptación a las empresas familiares de la llamada teoría de la visión de la empresa basada en los recursos (Resource-Based View Theory). Parece claro que la familia aporta a la empresa recursos que la hacen única y distinta de sus competidores .
Familiness está presente en todo lo relacionado con los activos intangibles de una empresa familiar . Es el factor que impregna la esencia de toda la organización desde su misión pasando por el producto o el servicio que ofrece. Pero el familiness no necesariamente supone una ventaja. Puede tener un carácter positivo o negativo, y en ambos casos por supuesto repercute en la sostenibilidad de la posición competitiva de la empresa.El polo lo decide el clima familiar que, a su vez, en gran medida deriva en el parámetro fundamental para medir hacia qué polo se inclina el familiness en cada familia empresaria.
Cuando la familia tiene integrado y claramente expresado el deseo de continuar el proyecto empresarial en las siguientes generaciones, los activos intangibles como los valores compartidos, la lealtad, la ética, el liderazgo, el compromiso con la sociedad y los empleados, la reputación, la marca, etc, todos ellos se multiplican y se fortalecen.
En un artículo que publiqué con María Fernandez Moya en el Journal of Family Business Management, explicábamos que los valores compartidos permiten a los miembros familiares experimentar la satisfacción y comprender el significado de las relaciones intergeneracionales sostenidas y aspirar hacia los objetivos comunes. En palabras del profesor John Ward: ¿Qué sucede cuando los valores que guían una cultura empresarial fuerte y los valores que sostienen una cultura familia sana se solapan? Pues que los valores de la familia propietaria forman el corazón de la cultura empresarial, pudiendo así surgir algunas sinergias importantes. De hecho, un compromiso duradero con los valores es la mayor fortaleza que la familia puede aportar a la propiedad de la empresa.
- ¿Queremos que esto continúe?
- ¿Tenemos un grado de unidad suficiente para ello?
- Como familia, ¿reforzamos o perjudicamos el negocio?
Y contestarlas con sinceridad.