En el mundo de la empresa se supone que las palabras imperan, pero lo cierto es que en toda la comunicación humana esas son solamente una pequeña parte de todo lo que transmitimos en la interacción con otras personas, sea cual sea el contexto. Puede parecer que en las juntas de accionistas y las reuniones del consejo de administración lo primordial sean los datos y las palabras, pero en realidad son solamente una pequeña parte de toda la comunicación. Los gestos torcidos, los tics nerviosos, los puños apretados, la frente fruncida, la mirada desviada, el tono subido… son lo que realmente expresa las emociones detrás del lenguaje . Es lo que lo hace creíble.
No obstante, mantener las formas, la seriedad y seguir el orden que dicta el protocolo de comportamiento en una reunión profesional es imprescindible para la consecución de los objetivos de una reunión. Nos ayuda a mantener las conversaciones dentro del marco que establece el motivo de la misma: conversar sobre los temas que conciernen la gestión y el gobierno de la empresa.
En una familia todos los gestos, posturas y silencios ya forman parte de un diccionario conocido al que los familiares recurren casi de forma inconsciente para buscar la interpretación. Es donde más se pone en evidencia uno de los axiomas de la comunicación humana: NO ES POSIBLE NO COMUNICAR.
La familia es el lugar idóneo para ejercitar el don de relacionarse . Es donde se establecen las bases de confianza y de la capacidad de comunicarse.Cuando la familia tiene la responsabilidad de gobernar una empresa los patrones relacionales suelen influir en la comunicación institucional. Pero en las reuniones de empresa la clave no es comunicarse diferente, sino comunicarse bien . Si en la familia hay una comunicación fluida esta automáticamente se trasladará a la empresa. Es de donde parte todo.
Ahora que han terminado las juntas generales de accionistas, toca estar con la familia. Aprovechen este tiempo de relajación para mejorar sus relaciones y la comunicación. Deténganse a observar las personas en su auténtica expresión y su verdadera forma de ser. Esta es una buena base para establecer relaciones estables, independientemente del contexto en el que se producen. Podrán estar, “juntos, pero no revueltos”, tanto en la playa, como en la sala de reuniones
Hola D. Josep,
Excelente articulo.
Uno de los inconvenientes que veo sin embargo, es que muchas de las empresas familiares y me atrevería decir la mayoría, no disponen de juntas generales de accionistas, por lo que toda esta parte no es aplicable.
Me gustaría si podría abordar, la problemática de las pymes que no disponen de una estructura tan jerarquizada y su problemática de gestión.
Muchas gracias
Estimado Hugo,
En mi opinión no es tanto una cuestión de tener formalmente establecidos los órganos de gobierno (que siempre es bueno tenerlos), como de separar claramente los ámbitos de familia y empresa para no entrar en las funestas consecuencias a las que puede conducir la confusión de roles.
Saludos,
Josep
Algunas familias no tienen la fortuna de la buena comunicacion e incluso para muchos es dificil el intentarlo pero sinceramente merece la pena,creo que es un buen consejo por muy complicado que parezca.Gracias Josep por tu siempre amable y tan desinteresada ayuda. LFQ
Estimado Luis Fernando,
Tienes toda la razón, no todas las familias disfrutan de buena comunicación. Tiene mucho que ver con perfiles de personalidad de cada uno de los miembros, pero siempre se puede hacer algo.
Es cuestión de trabajo del día a día y el interés que todos ponen por su parte. La comunicación es algo inevitable. Siempre comunicamos, aun estando callados,… entonces incluso decimos más.
Saludos y feliz verano
Josep