Si no hay unidad familiar, compromiso y voluntad de seguir juntos en el proyecto empresarial de la familia, la empresa familiar no funcionará. En las empresas familiares conviven dos sistemas: el familiar y el mercantil y es imprescindible encontrar el equilibrio entre ambos, porque de lo contrario, la empresa familiar estará condenada al fracaso.
Es esencial cuidar las relaciones personales intrafamiliares y dar la adecuada importancia al sistema familiar. Cuidar de la familia y de sus miembros es una forma de garantizar la sostenibilidad de la empresa familiar. De esto se encargan la asamblea familiar y el consejo de familia.
En paralelo, también es importante regular y proteger los aspectos comerciales y económicos. Es decir, cuidar el sistema mercantil. De esto debe ocuparse el consejo de administración por delegacion de los accionistas.
Centrarse solo en el sistema mercantil puede generar tensiones dentro de la familia, en especial cuando el fundador ya no está y toman el mando nuevas generaciones. Hace un tiempo, los hermanos Berneda explicaban en un artículo de Expansión cómo las desavenencias familiares y la falta de un protocolo familiar consensuado les obligaron a alejarse temporalmente de la gestión diaria de Munich, la empresa de calzado que había fundado su abuelo en 1939.
En 2012, y tras seis meses fuera del negocio familiar, los hermanos Berneda compraron el 50% de la empresa que pertenecía a sus primas, que no participaban en la gestión diaria, y recuperaron el control de la empresa. Según se explica en el artículo de Expansión, «uno de sus objetivos a medio plazo es firmar un protocolo que regule la sucesión». Dice Xavier Berneda que esperan tenerlo listo en 2016.
Este caso es un buen ejemplo de que compartir la misma sangre no siempre es garantía de compartir una visión compartida sobre la empresa familiar. Es más, puede que una parte de la familia no esté interesada en el negocio, y eso es algo legítimo y que hay que respetar. Si se da esta circunstancia, lo idóneo es poder hablarlo en familia y que cada miembro pueda decidir libremente la participación que desea tener en la empresa (activa o pasiva, en la gestión diaria o como propietarios).
Hay, a mi modo de ver, varias preguntas que todos los miembros de la familia propietaria deberían plantearse:
- ¿Qué pienso de la empresa familiar?
- ¿Cómo me siento en la empresa familiar?
- ¿Y en la familia?
- ¿Qué espero de la empresa familiar?
- ¿Cómo actúo en la empresa familiar?
Es recomendable contar con asesoramiento externo para valorar el grado de cohesión de la familia y las expectativas y el grado de compromiso que tiene cada miembro con respecto a la empresa familiar. Este proceso ayudará a la familia a descubrir en qué situación se encuentra y si hay una voluntad compartida de sacar adelante el proyecto empresarial. Porque, como ya avanzaba en el título de este post, if there is no will, there is no way. ¿No os parece?
Josep Tàpies es el titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE y Profesor emérito del Departamento de Dirección Estratégica del IESE.
Todos esos pensamientos y elucubraciones giratorias sobre el mismo circulo estan muy bien pero considerados de una forma exclusivamente teórica.No es lo mismo predicar que dar trigo.Si se tiene una empresa,en este caso de la familia,se impone un único objetivo: LA RENTABILIDAD.Si éste parámetro no se produce entonces lo que sobra es la empresa.A este objetivo mencionado hay que adaptar todos los parámetros necesarios para lograr «el trigo limpio de polvo y paja»,ésto es la RENTABILIDAD ansiada cuanto mas alta, mejor que mejor.Si como en nuestro caso la familia dispone de un terreno suficientemente grande,250 Has.ubicado en un lugar único y emblemático bajo el punto de vista paisajístico y medioambiental y a corta de distancia de una gran metrópoli como lo es Madrid,y si hasta el momento de iniciar la nueva empresa esta finca se encontraba en una situacion económica infraexplotada entonces hay que lograr que todos los esfuerzos de emprendimiento y desarrollo vayan encaminados a la consecucion y logro de los objetivos propuestos ya se trate de manera directa protagonizandolo la familia o bien,a traves de la interpolacion de terceros.Creo que los miembros que componen la familia disponen de los conocimientos y energias físicas e intelectuales necesarios para protagonizar esta tituralidad.Unicamente es necesario «remangarse» y con el garbo adecuado desarrollar esta actividad económica de la manera armónica más positiva segun exijan las circunstancias.Ademas es muy importante que este desarrollo sea armónico sin grandes exageraciones a la hora de realizar inversiones aceleradas y que éstas sean realizadas segun demanden las circunstancias y siempre antes de dar un paso tantear el camino que se pretende dar.Preferible un paron en seco que despeñarse por el precipicio.Bueno, pues abrazos para todos y hasta la próxima.Gonzalo.