Cuando en 1988, Jonathan Stoner, con 16 años, quiso incorporarse a la joyería que su padre había fundado seis años antes, éste le dejó claro que tendría que empezar desde abajo. Años después, Jonathan llegó a convertirse en director general de Philliph Stoner Jewellery. En este caso, ser hijo del fundador no supuso una ventaja para Jonathan, que siempre fue tratado como un empleado más y tuvo que ganarse el respeto de las personas con las que trabajaba, como se explica en el libro Sí, quiero.
Ser hijo del dueño no debería dar derecho a ocupar un puesto directivo si no se ha demostrado tener la formación y la experiencia necesarias para desempeñar el cargo. De la misma forma que llevar muchos años trabajando en la empresa familiar no comporta necesariamente progresar en el organigrama al mismo ritmo que otros que se incorporaron al mismo tiempo. Cada persona que trabaja en la empresa familiar debería contar con un plan de carrera que guíe su desarrollo profesional en función de sus capacidades y de las necesidades de la empresa.
Como explicamos en la nueva serie de podcasts, el plan de carrera es un esfuerzo conjunto de la empresa con cada uno de sus empleados. Bien diseñado e implementado, el plan de carrera beneficia tanto a la empresa como a las personas que la forman, pues permite que todos puedan alcanzar sus metas.
Por eso es conveniente que todos los empleados de la empresa familiar, sean miembros de la familia propietaria o no, cuenten con un plan de carrera. En primer lugar, porque de esta manera se asegura que cada persona aprovecha al máximo su potencial; y en segundo lugar, porque así la empresa cuenta con una planificación de la trayectoria profesional de sus empleados, lo que le ayudará a un mejor modo de asignar responsabilidades a las personas a la vez que asigna de manera racional y razonada las personas a las responsabilidades.
Según el IV Barómetro de Empresa Familiar de KPMG, el plan de carrera puede servir para captar y retener talento: en España, el 27% de las empresas familiares considera que esta herramienta es un incentivo para atraer a directivos externos.
En la empresa familiar, el plan de carrera no solo es útil a nivel empresarial, sino también familiar. En realidad, su desarrollo afecta a las raíces de la empresa, pero también de la familia propietaria. ¿Quién podrá incorporarse al negocio? ¿Todos los familiares podrán trabajar en la empresa o solo los que estén cualificados? ¿Qué papel tendrán los familiares políticos? Todas estas decisiones influirán en el diseño e implementación del plan de carrera de los miembros de la familia a la vez que resultan un componente básico a la hora de mantener la armonía familiar.
En vuestra empresa familiar, ¿contáis con planes de carrera bien definidos que alineen la trayectoria profesional de los empleados con los objetivos de la empresa?, ¿qué procedimiento seguís para diseñarlos?, ¿cada cuánto los revisáis?
Interesante artículo que tiene que ver mucho con la Responsabilidad Social Empresarial Interna de las empresas. El plan de carrera aplica para todos los colaboradores internos de la empresa sean familiares o no. Esto tiene que ver con el desarrollo humano e intelectual de cada uno de sus miembros y no solamente con el económico. El escoger un plan de carrera que esté alineado tanto con los intereses de los colaboradores como con los de la empresa permitirá sin duda el desarrollo y éxito de la empresa.
Apreciada Arantxa,
gracias por tu comentario. Efectivamente, el plan de carrera está estrechamente relacionado con el capital humano e intelectual de los empleados, tanto los que son miembros de la familia como los que no. Sin duda, alinear los intereses de los empleados con los de la empresa familiar será beneficioso para ambos.
Un saludo,
Josep Tàpies
De acuerdo con el Plan de carrera. En todos mis Protocolos, existe este punto y se insiste en llevarlo a cabo.
El problema está en las Empresas que son realmente, un «negocio» del patriarca que, posterirmente, debido a su crecimiento, se convierte en una Empresa con un número de empleados de 50-100 o 200. Pero el negocio sólo está en la actuación personal de compra-venta de lo que el patriarca decide ya que es quien, pudiéramos decir, tiene el feeling para saber comprar y vender. Naturalmente, esto se dá en negocios especulativos, sobre todo en el de productos frescos perecederos de un día para otro y que se tengan que comprar en subastas públicas todos los días. El saber hacer de este negocio ni se hereda en los genes, ni se aprende en la univesidad. Como ejemplo, puedo poner los negocios de compra-venta de pescados y mariscos frescos y de hortalizas y verduras cuyos precios varían cada hora en un día tanto en la compra como en la venta, pero, naturalmente, antes de vender, hay que comprar. Y, si sucede esto, se tiene que «adivinar» el precio de mercado futuro, para poder comprar y ganar dinero.