Se pueden destacar muchos aspectos de la exitosa trayectoria de Heineken, como la expansión a través de una intensa labor de creación de marcas y un crecimiento basado en alianzas estratégicas y fusiones de empresas, que le han permitido llegar tanto a mercados próximos como lejanos. En este post me voy a centrar en el espíritu innovador y la visión pionera que han acompañado a esta empresa familiar en sus más de 150 años de historia, que repasamos en el artículo publicado en In Family Business.
Cuando Gerard Adriaan Heineken puso en marcha el negocio a mediados del siglo XIX, ya demostró una extraordinaria visión innovadora. Convenció a su madre de que producir cerveza de calidad tenía futuro y así se inició la andadura de esta empresa familiar. Desde el principio, el fundador hizo una apuesta clara por la innovación que se ha mantenido en el ADN de la empresa desde entonces.
Las primeras innovaciones fueron técnicas. Heineken fue pionera en la adopción de máquinas refrigeradoras por compresión, inventadas en 1870, que permitían conservar el producto sin necesidad de hielo natural. La empresa apostó desde los orígenes por el I+D, y contrató al doctor Elion, alumno aventajado de Louis Pasteur, que pronto desarrolló la levadura-A, que dio a las cervezas Heineken un sabor particular que tuvo gran aceptación y se tradujo en un importante aumento de ventas.
Años más tarde, y ya de la mano de la tercera generación de la familia propietaria, la firma cervecera diseñó, el Heineken Technisch Beheer que patentó. Además, en esa época puso en marcha varios laboratorios para potenciar el área de I+D.
La cervecera holandesa también innovó desde el principio en técnicas de promoción. Henry Pierre, hijo del fundador, potenció el tema enviando a su hijo Alfred Henry a Nueva York para aprender las técnicas de marketing más avanzadas de la época, que le permitieron poner en marcha exitosas campañas publicitarias que diferenciaron a la marca de la feroz competencia.
En la década de 1960, Heineken innovó en distribución. Siguiendo el lema «la cerveza puede viajar», las famosas botellas verdes llegaron a los supermercados y batieron récords de ventas en Estados Unidos.
Otro buen ejemplo de innovación en distribución lo encontramos con la llegada de la cervecera holandesa a España, donde puso en marcha un concepto novedoso: las cervecerías temáticas, con dos líneas de acción: la apertura de cervecerías ambientadas en diferentes escenarios cerveceros, y la distribución en exclusiva de las mejores marcas de cerveza nacionales e internacionales.
Todos estos ejemplos muestran la importancia que la innovación ha tenido, y sigue teniendo, en el desarrollo de Heineken. En vuestra empresa familiar, ¿qué papel juega quien cuida de la I+D? ¿Contáis con procesos establecidos para fomentar la innovación?
Muy buen articulo, la innovación es importantísima para crecer y desarrollarse , pero sobre para diferenciarse de la competencia, es fundamental. Pero hoy en día las empresas para poder hacer este tipo de cosas necesitan un capital que no tiene, ese es el gran problema…sobre todo las PYMES..