Antes de hablar de los distintos tipos de accionista que uno se puede encontrar en una empresa familiar, especialmente cuando ya está en una generación avanzada, conviene distinguir entre accionista, inversor y propietario.
He obviado expresamente la categoría de especulador, pues no merece comentario en este blog. Especular no produce, a mi modo de ver ningún tipo de riqueza. Esta es una categoría que raramente se da en las empresas familiares.
Veamos cuáles son las diferencias entre accionista, inversor y propietario (nótese que uso el masculino como forma genérica, entendiendo que los accionistas, inversores y propietarios pueden ser tanto mujeres como hombres).
Un accionista es, según fuentes expertas en derecho, aquel agente que es propietario de acciones (partes alícuotas del capital) en cualquier sociedad o forma empresarial. Es decir, una consecuencia legal derivada del hecho de que quienes constituyeron aquella sociedad decidieron organizar su capital en acciones.
El inversor es aquella persona, física o jurídica, que invierte su dinero en un proyecto esperando una cierta rentabilidad. Conoce el proyecto, entiende sus posibilidades y arriesga su dinero.
El propietario es aquel accionista y a su vez inversor que además siente el proyecto como propio. Es en esta categoría donde solemos encontrar a los accionistas de la empresa familiar. Personas que se sienten unidas y comprometidas con el proyecto en distintos grados.
“Los propietarios con orgullo de pertenencia son típicos en las empresas familiares. Sienten el proyecto como propio, aunque no tengan acciones”.
Atendiendo a la idiosincrasia de las empresas familiares, y desde mi experiencia personal, se me ocurre la siguiente clasificación de accionistas:
- Propietario pasivo: Está feliz con su proyecto y, como accionista que es, espera rentabilidad, liquidez y crecimiento del valor de su participación.
- Propietario comprometido: Siente el proyecto como propio, pero sabe que su rol es el de accionista y solo de accionista.
- Propietario activo: Aporta continuamente ideas para el desarrollo de la empresa. Si los órganos de gobierno no están fuertemente asentados, a veces este tipo de accionista puede marear un poco a los directivos.
- Propietario en tareas de gobierno: Entiende el proyecto y lo apoya desde la función de administrador que le ha sido encomendada.
- Propietario en tareas de gestión: Al igual que el anterior, es un propietario que ayuda llevando a cabo tareas de dirección. Corre el riesgo de que, siendo el que mas entiende del negocio, por estar en el día a día acabe por creerse que es un accionista mas importante que los demás, y ahí acabará topando con los demás propietarios y con la ley.
- Propietario psicológico (con orgullo de pertenencia): Es un tipo de propietario típico de las empresas familiares y, si el lector me permite la licencia, de los clubes de fútbol. Sienten el proyecto como propio, aunque no tengan acciones.
No podemos decir que haya un tipo de accionista mejor que el otro, pero tenerlos identificados ayudará al buen gobierno de la empresa, pues permitirá entender mejor cuáles son sus necesidades y sus expectativas. ¿Qué tipo de propietarios hay en tu empresa familiar?