Empresas familiares multigeneracionales: los cuatro pilares de la transmisión de valores

Colaborador invitado: Tarek el Sehity

Tarek el Sehity es investigador y profesor en la Universidad Sigmund Freud de Viena.


Como vimos en el primer artículo de esta serie, los valores familiares representan tanto una palanca estratégica como un factor diferenciador clave entre las empresas familiares y las que no lo son.

Lejos de ser un proceso estático que se impone desde arriba, nuestro estudio reveló que los valores se convierten en un verdadero activo organizacional cuando se transmiten a través de un proceso dinámico de cocreación que integra las perspectivas y contribuciones de cada generación.

En esta segunda entrega, exploramos los cuatro pilares que sostienen este proceso colaborativo, además de compartir estrategias prácticas para hacer visibles los valores familiares en toda la organización.

Co-creación de valores: cuatro pilares fundamentales

Este enfoque de co-creación refleja la naturaleza evolutiva de las empresas familiares, donde los “compuestos de valores familiares” —significados compartidos que se construyen a través de las generaciones—se vuelven parte integral de la adaptación estratégica.

Transmitir valores de una generación a otra con éxito depende de cuatro componentes esenciales:

1 – El reconocimiento mutuo

Las familias cultivan un ambiente de seguridad psicológica cuando cada generación reconoce la legitimidad de la perspectiva de la otra.

Los líderes sénior deben valorar las contribuciones únicas de los miembros más jóvenes: ideas frescas, perspectivas innovadoras y fluidez digital, por ejemplo.

A su vez, los miembros más jóvenes honran la experiencia y el liderazgo de sus mayores. Este respeto recíproco es la base de todo lo demás.

2 – La negociación

Los valores toman forma en las conversaciones —alrededor de la mesa familiar y en las salas de juntas— cuando los miembros de la familia plantean preguntas esenciales como “¿Por qué hacemos las cosas así?” o “¿Cómo traducimos este valor en acciones concretas?”

La negociación es tanto concreta como continua, y a menudo surge de decisiones en tiempo real que exigen claridad inmediata.

3 – La reinterpretación

Los valores familiares se mantienen relevantes cuando las empresas familiares logran reimaginar su expresión. Por ejemplo, una fundación familiar originalmente dedicada a combatir las adicciones a sustancias podría expandir su misión para abordar las adicciones digitales.

La reinterpretación preserva la esencia moral mientras adapta su aplicación a las realidades emergentes.

4 – La adopción

La influencia fluye en ambas direcciones. Los líderes sénior adoptan las iniciativas de la nueva generación cuando reconocen su fundamento, sus beneficios potenciales y su alineación con los valores familiares.

De igual forma, los miembros más jóvenes se comprometen con los valores cuando experimentan sus beneficios tangibles en la empresa familiar. La adopción es lo que hace que la co-creación perdure.

Entre generaciones ¿cuándo suelen surgir las tensiones?

Un patrón notable emergió en nuestra muestra de 23 empresas familiares multigeneracionales: aunque los valores solían mantenerse consistentes con la generación fundadora, la reorientación crítica típicamente ocurría entre la segunda y la tercera generación.

Nuestro estudio cualitativo reveló que en esta transición generacional es cuando la autoridad operativa y las cuestiones de identidad chocaban de forma más evidente.

Reconocer este patrón ayuda a las familias a normalizar las tensiones y canalizarlas hacia una evolución constructiva, en lugar de caer en conflictos de suma cero.

De la teoría a la práctica

  • Haz visibles los valores. Integra los valores familiares en la cultura corporativa, las políticas de recursos humanos y las agendas del consejo para llevarlos a la práctica diaria. La visibilidad genera retroalimentación y aprendizaje continuo.
  • Institucionaliza el diálogo intergeneracional. Establece consejos familiares, sesiones de estrategia o foros abiertos donde los miembros más jóvenes puedan cuestionar decisiones y proponer ideas libremente. Documenta lo aprendido y revísalo con regularidad.
  • Fomenta las reinterpretaciones. Invita a los sucesores a replantear los valores más preciados para los nuevos mercados, tecnologías y desafíos sociales. Concéntrense en preservar el “por qué” más que el “qué” —acuerden el espíritu perdurable mientras permiten que las formas evolucionen.
  • Cultiva la adopción bidireccional. Anima a los líderes sénior a probar las ideas de la nueva generación, y viceversa. Haz un seguimiento de los resultados y, cuando las iniciativas funcionen, intégralas en las rutinas y estructuras de gobierno.
  • Mide lo que importa a lo largo del tiempo. Evalúa periódicamente los valores de tu familia: ¿Qué temas persisten? ¿Cuáles han evolucionado y por qué? Usa estos aprendizajes para alinear tu estrategia, filantropía y planificación de la sucesión.

Los valores como un legado vivo

La continuidad no es ausencia de cambio —es el resultado de una evolución abierta, dialogada y continua que se forja entre generaciones.

Cuando adoptas este enfoque, los valores esenciales de tu familia se mantienen vivos y relevantes, en lugar de convertirse en una reliquia empolvada del pasado.


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L.L. Kern · Unsplash