Amancio Ortega cede la presidencia ejecutiva de Inditex a Pablo Isla. Este era el titular que podía leerse en la mayoría de medios de comunicación españoles el pasado martes 11 de enero de 2011. La noticia trae a colación de manera natural el controvertido tiempo de la retirada del fundador. Según esos medios, en la carta remitida a la CNMV Amancio Ortega decía «ahora es el momento, con gran ilusión y responsabilidad, sin perjuicio de que continúe en la empresa y en su consejo de administración, de proponer que Pablo Isla actual vicepresidente y consejero delegado, sea nombrado presidente ejecutivo con ocasión de la próxima junta general».
Amancio Ortega deja paso cuando se encuentra en plenitud de facultades. Pero atención, dejar paso no significa hacer dejación de responsabilidad alguna. Aunque esa responsabilidad puede ejercerse desde muchas posiciones. Por citar tres: como propietario, como consejero o como gestor del negocio. Y en esto de nuevo Amancio Ortega ha demostrado ser un hombre con una visión de futuro poco habitual. Desafortunadamente es mucho más habitual ver fundadores que se aferran al cargo con montones de argumentos-excusas. No valen excusas.
Este es el único camino para asegurar la perdurabilidad de la empresa familiar: Tener bien clara la visión del tipo de empresa familiar que se quiere para la siguiente generación y confiar el futuro del día a día a las personas más capacitadas que uno sea capaz de atraer.
Hoy voy a abstenerme de hacer las habituales preguntas desde mi post por dos razones; la primera porque creo que el tema de la retirada del fundador suscitará suficiente debate per se y la segunda porque quiero acabar rindiendo admirado homenaje a Amancio Ortega por su capacidad como emprendedor y su gran visión como empresario familiar. Felicidades Don Amancio.
Estoy totalmente de acuerdo que dejar paso a las siguientes generaciones no implica desaparecer de forma total y definitiva del negocio y de la toma de decisiones.
Lo que si me parece curioso es que cuando se habla de sucesión se menciona siempre el caso del emprendedor que se aferra al cargo, algo no deseable, y no se menciona el caso de las siguientes generaciones que no tienen ningún interés en asumir responsabilidades, lo que me parece tanto o más peligroso.
De cualquier forma, hay que dar la enhorabuena al Sr. Ortega
Partiendo de la base que como dice María Dolores, los empresarios y autónomos somos el pilar fundamental de la economía del país. En la actualizad hemos pasado de empredendores como el Sr. Amancio Ortega, con una clara visión y unas ganas irreprimibles por triunfar y salir adelante, a tecnócratas, con muchos masters, demasiado análisis de balances y poca visión. La universidad de la vida frente a la académica
Saludos
Empresarios, esa raza especial de hombres donde ven oportunidades donde otros sólo ven problemas.
No importa si se es analfabeto o se es doctorado en Harward.
Los empresarios son la sangre que fluye por las arterias de un país creando oportunidades para que otras personas con sueños más pequeños puedan tener un puesto de trabajo.
El señor Ortega es una prueba viviente de que no hay sitio pequeño cuando se tiene una mente y un corazón grandes.
Ojalá es España hubiera muchas más personas como él.
Saludos.
Y tercera porqué nos da todos sopa con onda; procedamos de Harvard o del IESE. El Sr. Amancio Ortega es claro ejemplo de que en la fundación de grandes empresas sobran emprendedores procedentes de grandes cátedras y escuelas. Tesón, esfuerzo y trabajo son los fundamentales, los teoricismos y consejos de los grandes cátedros irrelevantes y nímeos. un saludo