El titular publicado en Expansión recoge las palabras de Markus Langes-Swarovski, miembro de la quinta generación de Swarovski , quien de este modo trata de hacer la distinción entre la familia y la empresa.
Desde que Davis y Tagiuri elaboraron el famoso modelo de los tres círculos, ha habido muchos debates y publicaciones acerca de las características y funciones de cada uno de los sistemas que forman una empresa familiar. Independientemente de la mirada y del modelo que aplicáramos, en el fondo todo gira alrededor de dos aspectos: el individuo y su relación con el sistema.
En el artículo citado, Markus Langes-Swarovski decía que “la familia es un sistema más socialista, y la compañía es uno más capitalista. Los principios que rigen ambos son distintos y si no los gestionas del modo correcto, puede haber un gran problema». Lo que me ha llamado la atención en la definición que propone Markus Langes-Swarovski, es la asociación de la familia con el sistema socialista. Aun ignorando la necesaria participación del Estado para la detallada definición del socialismo, lo que echo en falta en la comparación es la consideración de la variable tiempo.
Si lo mirásemos desde la perspectiva de la primera generación ¿cuántas empresas familiares corresponderían a la primera parte de la definición de un “sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva”?
Desde mi experiencia, las familias empresarias de primera generación son mucho más cercanas a un modelo monárquico. En muchas de estas empresas, el “¡Aquí mando yo!” pesa más que cualquier protocolo, proceso o modelo que podamos aplicar.
Con el tiempo la complejidad del sistema hace que las decisiones se vayan tomando de una forma distinta. Cada vez más gente participa en el proceso y son cada vez más personas con voz y voto que deciden los temas importantes. De un modelo unilateral, de forma natural se pasa a un modelo plural, que como tal, requiere un modelo de organización que le ayude a funcionar.
En el caso de la familia Swarowski, y otras empresas familiares multigeneracionales, es muy probable que estén más cerca del socialismo que de la monarquía, pero mientras el sistema familiar funciona y cumple con las tres principales responsabilidades de una Familia Empresaria que podriamos enunciar como:
- Nutricia. Los hijos han de crecer sanos y hay que educarles.
- Sociabilidad. A los hijos hay que enseñarles a relacionarse con los demás.
- En una familia empresaria a los hijos hay que transmitirles la ilusión por ser empresarios.
A partir de ello cualquier opción es válida, porque, cualquier sistema que ayude al individuo a sentirse valorado y respetado, que fomente su desarrollo y felicidad y, sobre todo, le ayude a compartir una visión, es un buen sistema, llamémoslo como queramos.