«La semilla del fracaso está en el éxito»

El pasado día 22 aparecía en Expansión una columna titulada «Seis recetas de un empresario de éxito». Estaba escrita en un contexto en el que se explicaban los detalles del fondo de capital que el empresario Juan Roig, presidente de Mercadona, ha constituido como acelerador de nuevas empresas. Las seis recetas tienen su interés y recomiendo su lectura. Me llamó poderosamente la atención la última de ellas que se enunciaba así: «La semilla del fracaso está en el éxito. Si te lo crees eres más vulnerable».

La frase me trajo a la cabeza muchos fracasos de grandes empresas que han sido víctimas de su propia soberbia. La falta de humildad impidió a sus directivos reconocer a tiempo potenciales amenazas que iban introduciendo nuevas maneras de satisfacer las necesidades de los clientes de aquellas grandes empresas, hoy en día algunas totalmente desparecidas. Por mero desprecio a competidores «menores» dejaron que esos competidores acabasen imponiendo su modo de hacer las cosas en el mercado y hoy algunas de esas pequeñas empresas que entraron humildemente en el sector son auténticos líderes en sus mercados. En un estudio que realizó la cátedra de Empresa Familiar del IESE en 2010 y que está publicado como documento de investigación del IESE, detectamos que la humildad es uno de los valores que diferencian a las empresas familiares de las no familiares.

La humildad es esa cualidad que permite el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y consecuentemente permite obrar de acuerdo con este conocimiento. Christopher Peterson y Martin Seligman definen la humildad como “dejar que nuestros éxitos hablen por sí mismos, no buscar ser el centro de atención y no creerse más especial de lo que uno es”. En el contexto de la empresa familiar, la virtud de la humildad tiene generalmente su origen en los humildes inicios de la familia empresaria donde el fundador creó la empresa a través de la determinación, la responsabilidad, la dedicación y el trabajo duro.  La humildad representa una importante puerta de entrada para las familias empresarias a la hora de conectar con sus inicios que suelen ser humildes, algo que resulta vital para su supervivencia y continuidad. IKEA expresa la humildad como uno de sus valores corporativos: “ El éxito de IKEA se ha construido en base al entusiasmo, la conciencia del coste, el deseo de ayudar y tomar responsabilidad, la humildad ante las tareas que nos aguardan y la simplicidad en la manera de pensar y de actuar”.

Creo que los dos ejemplos utilizados hablan por sí solos.

11 thoughts on “«La semilla del fracaso está en el éxito»

  1. Profesor Tapies.
    Estoy totalmente de acuerdo con su filosofía, pero me aparecen distintas dudas.
    Es posible que tu empresa tenga un talante humilde si la persona que la dirige no lo es personalmente? Tengo la sensación que la humildad es un adjetivo que no se puede aplicar superficialmente ni fingir.
    Desde mis inicios profesionales como directivo, siempre he intentado mentalizar a mi equipo que aunque no necesites un producto o ya cuentes con el, nunca dejes de escuchar a la persona que cada mañana sale de su casa y intenta vender, es el mínimo que se merece.
    No ofrezcas a ningún cliente, absolutamente nada que tu no comprarías y por encima de todo habla a tus compañeros o a tu «jefe» con el mismo respeto y volumen de voz que tu recibes.
    Por otra parte, en tiempos de crisis, como empresario, la humildad te da la posibilidad de poder desarrollar cualquier función dentro de tu empresa, sin que esto te suponga ningún esfuerzo.

    1. Estimado Kim,
      La cultura de la empresa familiar suele estar fuertemente arraigada en los valores propios de la familia propietaria y estos, especialmente en la primera y la segunda generación, tienden a estar inspirados en los valores personales del fundador/a o el/la líder de la empresa.
      Así que en respuesta a tu pregunta diría que es muy poco probable que la empresa tenga la humildad como talante si el líder no la tiene integrada en su propio sistema de valores y con su ejemplo hace que se instale en el resto de la organización.
      Saludos,
      Josep

  2. La humildad como la modestia, son valores que en la actualidad y en segun en que sectores de la sociedad suenan como a rancio, pasados de moda. Y en la sociedad de los «yupies» mucho mas aún. Nada mas lejos de la realidad. Son valores potentes y con mucho recorrido. En las empresas familiares tenemos muy claro de donde venimos, donde estamos y los esfuerzos que hemos tenido que aplicar. Y quién no esté dispuesto a aprender tiene poco recorrido.
    Felicidades Josep por tu blog que sigo semanalmente. Saludos.

    1. Estimado Maties,
      Es cierto que en la actualidad existe una cierta tendencia hacia la vanidad y la egolatría, que algunos medios de comunicación y redes sociales potencian para sus propios fines. Pero existe una gran inmensidad de personas que viven los valores que mencionamos con una profunda convicción y satisfacción, haciendo grandes esfuerzos para salir adelante y no buscan por ello la fama ni el protagonismo.
      Muchos de ellos son empresarios familiares que como tu luchan diariamente para mantener viva la historia de la que se sienten orgullosos.
      Saludos,
      Josep,

  3. La falta de humildad en el mundo empresarial te impide ver lo que estás haciendo mal, reconocer lo que otros están haciendo bien y segurilo y sobre todo siempre termina por frenar tu propio desarrollo.

    Buena reflexión.

  4. Me resulta muy rompedor que IKEA incluya la humildad como valor corporativo, no está de moda, pero lo cierto es que les proporcionará un conocimiento de su realidad en aras a mejorar lo presente, ya lo decía la santa de Ávila al definir la humildad como un «andar en verdad».

    1. Estimada MªMercedes,
      IKEA, es una empresa familiar y como tal procura hacer lo que hacen tantas otras: Desarrollar un espíritu humilde en cada generación y promover el sentido de agradecimiento a las generaciones precedentes. Cada empresa familiar es única; no son posibles actuaciones estándar. Pero viendo muchos casos se acaba por desarrollar un cierto conocimiento prudencial que guía las acciones.
      Saludos,
      Josep

  5. La humildad es un valor que hace que las empresas puedan tener planes a largo plazo. Muchas empresas y personas físicas que en los años de bonanza no fueron humildes y creyeron que las cosas solo podían ir a mejor, son las que ahora están en dificultades o han quebrado. Trabajo, prudencia y humildad. Valores en desuso pero los únicos que nos pueden sacar de éste atolladero.

  6. Estimado Josep :
    Repito lo que dijo Jordi , exelente reflexion ! Nos hace pensar a todos ….
    Muchas gracias profesor

  7. Me parece una excelente reflexió, la cual, con toda humildad, comparto, celebro y felicito muy especialmente.

  8. No recuerdo el autor, ni si quiera si no es anonimo… pero «No hay enemigo pequeño» (bushido)

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