La hora de la verdad

MINISUCESIÓN-1Todo proceso de sucesión en la empresa familiar tiene cuatro protagonistas, pero sin la voluntad del predecesor y su buena predisposición de retirarse al tiempo, dejando el protagonismo a la próxima generación, el proceso no comienza.

Para alguien que ha pasado una buena parte de su vida ejerciendo tareas de mucha responsabilidad, tomando decisiones y asumiendo las consecuencias, la decisión de retirarse supone enfrentarse a un cambio importante , que muchas veces, dependiendo del carácter y los rasgos de personalidad de cada uno, puede suponer entrar en conflicto con uno mismo y a veces incluso con la propia organización.

Si uno no lo tiene bien interiorizado y asumido, cuando se acerca el momento de ceder el testigo, el proceso corre el riesgo de entrar en una fase de vacío de poder. Muchas veces sucede justamente por la incapacidad del predecesor de retirarse a tiempo y hacerlo de verdad. En su intento de prolongar “la buena racha”, uno puede caer en la tentación de incluso boicotear al sucesor, el mismo al que previamente había cedido el poder. Desorientado ante el nuevo panorama, uno empieza a ser tentado por la idea de reasumir tareas directivas y volver como “héroe” que evita el “desastre”, sin percatarse que este fue generado por él.

Otro aspecto no menos importante es el ritmo de la vida. Una persona acostumbrada a una vida de mucha actividad difícilmente estará sin proyectos. Bienvenido sea, pero no en la empresa familiar de la que acaba de retirarse. Hay todo un amplio espectro de oportunidades donde una persona con un bagage profesional extraordinario puede emprender nuevos proyectos o simplemente sumarse a los ya existentes y precisamente ahí su experiencia puede marcar la diferencia.

Estos son algunos de los puntos que trataré en una miniserie de cuatro posts, ilustrados con los ejemplos recogidos del libro Sí quiero, y que publicaremos en las próximas semanas.

4 thoughts on “La hora de la verdad

  1. Hoy tristemente hemos conocido la noticia del fallecimiento de Emilio Botín, cuya sucesión estaba bien planificada y bien amarrada en un protocolo que ha permitido nombrar a su hija Ana Patricia Presidenta del Banco en apenas unas horas y garantizar así la estabilidad y continuidad sin mayores sobresaltos. Es un proceso que no es plato de gusto, pero es una responsabilidad que los empresarios no deben eludir

    1. Estimado Miguel
      El fallecimiento de Emilio Botín es sin duda una gran pérdida para todo el mundo empresarial, pero sobre todo para la empresa familiar.
      Quedará recordado para siempre en la memoria de todos que entienden de la dificultad que supone llevar las riendas de un gran banco internacional sin perder de vista la cultura y los valores que constituyen su identidad.
      Un saludo
      Josep

  2. Querido y admirado Profesor.
    Estoy tan de acuerdo contigo, que el post de hoy lo estoy viviendo de cerca sin poder intervenir, ya que es de un familiar que no es de » sangre «.

    Mi experiencia profesional es que que el que no deja bien estructurada la sucesión en muchos casos lo menos malo es que acabe vendiendose el Negocio (pues estos casos no son empresas), y lo peor y más frecuente es que acabe en » concurso «.

    Un abrazo
    alex

    1. Estimado Alex
      Desafortunadamente, muchas empresas familiares acaban desapareciendo o son vendidas durante el proceso de sucesión. Es algo que se pudo haber evitado si el fundador o el líder hubiese tenido el suficientemente valor, humildad y sentido de responsabilidad hacia las generaciones futuras. Algunas veces el ego nos puede.
      En los post que viene hablaré sobre ello.
      Un abrazo
      Josep

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