¿Qué cualidades deberían reunir los miembros de la familia empresaria que deseen unirse a la empresa familiar? ¿Cómo pueden descubrir los familiares más jóvenes de qué forma quieren participar en el negocio? ¿Y cómo pueden preparar su incorporación a la empresa familiar? Son cuestiones que todo miembro de una familia empresaria se ha planteado alguna vez y sobre las que me gustaría reflexionar a lo largo de las próximas semanas.
La entrada de nuevas generaciones en la empresa familiar siempre supone un reto para la familia empresaria, por eso es importante planificar esta incorporación con cuidado y con suficiente antelación. El hecho de que la familia y la empresa interaccionen estrechamente da lugar a desafíos específicos pero también ofrece oportunidades únicas. Por supuesto las posibilidades y formas de incorporación van muy ligadas al tamaño de la empresa y la generación en que se encuentra la familia propietaria.
La empresa familiar debería ser una fuente de bienestar para los miembros de las siguientes generaciones; si no es así, es mejor plantearse si debemos seguir manteniendo la propiedad. La empresa familiar debe ofrecer un ambiente seguro en el que sea posible encontrar un equilibrio entre los diferentes roles en la vida (por ejemplo, el trabajo y la familia) y un equilibrio entre los desafíos y habilidades a nivel profesional. No obstante, la gestión de una empresa familiar también es una tarea difícil que implica sacrificios y requiere cualidades personales específicas.
Hace unas semanas, os proponía analizar el proceso de sucesión desde el punto de vista
del sucesor. En este afán por descubrir nuevos enfoques, hoy os invito a reflexionar sobre la incorporación de las siguientes generaciones poniéndonos en la piel de ese joven miembro de la familia que se plantea si quiere entrar o no en la empresa familiar. Durante los próximos dos posts os propondré una serie de cuestiones prácticas que os pueden muy útiles para preparar la entrada de la siguiente generación en la empresa familiar.
El objetivo es que, una vez finalizada la serie, un miembro de la siguiente generación disponga de las herramientas necesarias para dibujar una hoja de ruta que le ayude a encontrar su sitio en el negocio familiar. El proceso de preparación de esta hoja de ruta se inicia con una fase de autoconocimiento y continúa con el conocimiento profundo de la empresa familiar, tanto de su historia como de su funcionamiento.
Con toda esta información a su alcance, el joven profesional estará listo para diseñar un plan de trabajo y hablar sin reservas con su familia de su participación en la empresa familiar, de cómo cree que puede aportar más valor y de la mejor forma de incorporarse a ella. No todos los miembros de la familia tienen que estar dirigiendo la empresa. Puede incluso darse el caso de que ningún familiar esté dirigiendo y no por ello la empresa deja de ser familiar. Lo importante son las grandes decisiones estratégicas y la satisfacción de todas las personas implicadas.
Para saber más:
A Guide to Reflect on Your Entrance Into the Family Enterprise (SMN-691-E) Ceja, Lucía; Tàpies J. 2014.
Creo que la forma de llevar una empresa familiar, depende claramente del tipo de negocio que es, el tamaño de la compañia y de respetar las jerarquias de todos los empleados.
Ya que por darle cabida a un pariente que acaba de salir de la carrera, se puede deperdiciar, toda la capacidad de empleados que han trabajado toda la vida, en dicha institucion, y eso puede dar a lugar de fuga de personal que vale la pena retener.
Lo mejor es, desde temprana edad, incorporar a los familiares, a que se familiaricen con lo mas sencillo del esquema laboral, que los empleados, no tengan el recelo que se puede llegar a susitar, y que empiece por las labores mas simples, mientras sigue estudiando, esto con el fin de aprender todo lo necesario, para el dia en el que se incorpore a la institucion, no llegue sin conocer el sistema de la empresa.
Saludos
Estamos de acuerdo: la incorporación de los familiares en la empresa familiar debería responder a sus méritos y no solo al apellido. Además, como explico en este post, también es importante tener en cuenta el deseo del familiar, que debe tener libertad para decidir cómo quiere participar en el negocio familiar.
Un saludo,
Josep Tàpies
Pero en caso de que ningún hijo presente una especial competencia en la dirección de la empresa… conviene dejarlos fuera del ella y contratar a alguien??? es preferible dejar a alguno con algún cargo en la dirección? es bastante complicado.
Apreciado Gregorio,
Hay que aprovechar al máximo el talento que tiene cada persona pero ser miembro de la familia no implica tener talento para dirigir una empresa. Seguro que son muy buenos en aquello que es su vocación.
Un saludo,
Josep Tàpies