2016 está siendo un año de transición en Grifols. Así lo explicó el propio Víctor Grifols Roura, actual presidente y consejero delegado de la empresa, en la carta que envió a todos los empleados de la compañía a finales del año pasado, y que puede leerse en la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a quien también fue remitida, tal y como establece la ley.
En esa carta podemos leer: «El tiempo pasa para todos y yo siento que ha llegado el momento para pasar mi responsabilidad ejecutiva a una nueva generación que sé que está muy bien preparada, lista para aceptar nuevas responsabilidades y dirigir la compañía hasta niveles tan altos como los conseguidos con respecto al año 1987″, año en que Víctor Grifols Roura sucedió a su padre como consejero delegado, cuando éste tenía 67 años, la misma edad que tendrá él cuando traspase sus responsabilidades ejecutivas, el próximo mes de enero, según explican en La Vanguardia.
Tomarán el relevo Raimon Grifols Roura y Víctor Grífols Deu, hermano e hijo del actual presidente, respectivamente. Ambos pasarán a ser consejeros delegados solidarios. «Sé que lo harán bien, muy bien. Los dos conocen la compañía tanto o mejor que yo y su juventud y preparación profesional les permiten enfocar y aceptar los retos del futuro con mayor objetividad que la que yo pudiera aplicar», asegura Víctor Grifols Roura en la carta enviada a los empleados.
En el comunicado, Grifols Roura explica a sus colaboradores: «Espero que entendáis mi decisión como un acto lógico en la evolución de una empresa y también de las personas. No me retiro de la empresa, pero me aparto un poco para dejar paso a una nueva generación que empuja con mucha fuerza y con unos criterios muy claros». El actual presidente seguirá ligado a la empresa como presidente del consejo de administración con carácter no ejecutivo.
El relevo generacional previsto “reitera el compromiso de la familia fundadora con la compañía”, según declaraciones de la empresa a La Vanguardia. El periodo de transición comprende el ejercicio de 2016 y los nombramientos se harán efectivos en enero de 2017.
El plan de sucesión fue valorado y aprobado por unanimidad por el consejo de administración. Se trata de un relevo ordenado y bien planificado. Así debería ser este proceso en todas las empresas, pero especialmente en las familiares, donde los aspectos emocionales aumentan la complejidad propia del proceso sucesorio.
La sucesión es un momento crítico para la continuidad del proyecto empresarial, por eso conviene planificarlo bien y con tiempo suficiente. Precisamente sobre este tema reflexionamos en la nueva serie de podcasts, en la que analizamos los retos que supone el paso de la primera a la segunda generación, y de la segunda a la tercera generación y siguientes.
Como explica Víctor Grifols Roura en la carta antes citada, la sucesión es «un acto lógico en la evolución de una empresa». No debe percibirse como un final ni debe entenderse como algo traumático, pero para que sea posible abordarlo desde este enfoque positivo es necesario prepararlo adecuadamente. En vuestra empresa familiar, ¿tenéis preparado el plan de sucesión?, ¿cómo habéis planificado este proceso que es crítico para la continuidad del negocio?