La diversidad de género en el mundo empresarial preocupa y el ámbito del gobierno corporativo no es una excepción. Si ponemos el foco en los consejos de administración, vemos que se considera importante impulsar la diversidad a todos los niveles, y la diversidad de género (65%) se encuentra en el Top 3 de las prioridades, justo después de la diversidad funcional (86%) y de nacionalidad (68%) de los consejeros, según el último informe sobre Consejos de administración en empresas cotizadas de PwC.
Como ya vimos en el post anterior, aunque el número de consejeras aún es bajo, la mujer tiene cada vez más presencia en los consejos. ¿Por qué debería interesarnos este dato? Porque la presencia de la mujer en los consejos es fuente de ideas e innovación, y mejora la gobernabilidad de las empresas, señalan algunos estudios. Además, para qué engañarnos: si las mujeres representan el 50% de la población y casi la mitad de la fuerza laboral, contar con más mujeres en los consejos es un reflejo de la realidad social.
Teniendo en cuenta los beneficios que aportan, ¿por qué no hay más mujeres consejeras?, se preguntará el lector. Los factores que dificultan el acceso de las mujeres a los consejos son diversos, según señala este estudio de Patricia Gabaldón. Uno de los principales argumentos que suele usarse para justificar la dificultad de acceso a este cargo es que hay pocas mujeres que cumplan los requisitos necesarios para ocupar estos puestos. No obstante, teniendo en cuenta que casi la mitad de la población activa es femenina, esta justificación cada vez tiene menos sentido.
Otro motivo recurrente siempre que se aborda el tema de la presencia de la mujer en el mundo profesional es la dificultad de combinar vida familiar y laboral. Ante esta tesitura, muchas mujeres anteponen la familia y dejan a un lado su carrera profesional, realidad que también se ve reflejada en los consejos.
Las barreras de entrada de la mujer en los consejos son muchas, pero también hay factores que favorecen la inclusión de mujeres en el puesto de consejeras. Y pertenecer a una empresa familiar es uno de ellos, según se explica en este artículo de la Revista Aplicada de Economía. Por otra parte, la participación de la mujer en el consejo de administración está relacionada con una mayor participación de la familia en este órgano de gobierno, concluye este estudio publicado en la revista Política y Sociedad.
Otra forma de fomentar la presencia femenina en los consejos es a través de la regulación. En los últimos años, muchos países han puesto en marcha cuotas de género que fuerzan a las empresas a incorporar consejeras. Gracias a leyes de cuotas como estas, Francia e Italia han logrado aumentar el número de mujeres en los consejos de administración de sus empresas.
En 2013, la Comisión Europea estableció un objetivo mínimo del 40% de mujeres en los consejos de empresas cotizadas para el año 2020. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNVV) rebaja este porcentaje hasta el 30% en su Código de buen gobierno de las sociedad cotizadas. Según revela nuestro estudio “El papel de la mujer en los consejos de administración de las empresas cotizadas españolas”, un 84,5% de las empresas cotizadas de la muestra contaban con al menos una consejera en 2015. La media del porcentaje femenino en los consejos de administración de se sitúa en un 15% en las empresas de propiedad familiar y en un 17% en las no familiares, así que en ambos casos todavía se está muy lejos de las cuotas recomendadas.
Y parece que va para largo: según el estudio de PwC que citaba al inicio del post, solo un 25% de los consejeros creen que sus compañías cumplirán con la recomendación de la CNMV en 2020, así que las perspectivas no son demasiado esperanzadoras. Ante estos datos, no parece que las políticas de discriminación positiva vayan a ser la solución al problema, al menos a corto plazo, aunque seguro que pueden ayudar a conseguir una mayor paridad en los consejos de administración, y eso siempre es una buena noticia.