“Proporcionar lo mejor en innovación en cosmética para todo el mundo”. Así expresa L’Oréal su misión en su página web. Esta empresa familiar ya nació con ese espíritu innovador hace más de 100 años, como explicamos en el artículo que hemos publicado In Family Business.
Cuando el químico Eugène Schueller descubrió una nueva fórmula para el tinte del cabello, no dudó en patentarla y comercializarla personalmente visitando a todos los estilistas de París. Ese negocio fue el germen del actual grupo L’Oréal.
Los tintes de Schueller pronto se popularizaron entre las mujeres francesas. Pero el joven químico era ambicioso y enseguida vio la necesidad de ampliar la gama de productos. ¡Innovar o morir! Tenía claro que para crear nuevos productos era imprescindible investigar e innovar sin descanso, algo que la empresa ha seguido haciendo desde entonces.
No es casualidad que hoy L’Oréal sea una de las compañías que marca tendencias en el sector de la cosmética a nivel mundial. ¿Cómo lo ha conseguido? Innovando y diversificando, pero también apostando por la comunicación.
Schueller era consciente de la importancia de los medios de comunicación para dar a conocer su marca y sus productos. Por eso vio en la revista La Coiffure de París un buen escaparate para su empresa y decidió comprarla. Más tarde, incluso creó sus propias publicaciones, como Votre Beauté, un magazine mensual dedicado a la salud y al cuidado personal de las mujeres.
Pronto apostó por la publicidad. L’Oréal fue pionera en anunciarse en la radio usando jingles, es decir, anuncios cantados. Y en 1931 instaló un lienzo gigante en un edificio de París para promocionar uno de sus productos. Todas estas acciones promocionales permitieron que L’Oréal fuese ganando notoriedad y se convirtiera en una marca muy conocida y reconocida no solo en Francia, sino también a nivel internacional. La empresa había empezado a exportar sus productos ya después de la Primera Guerra Mundial e inició su expansión internacional en la segunda mitad del siglo XX.
También la creación de la escuela para estilistas Ecole Technique des Arts et de la Coiffure dio a L’Oréal la oportunidad de dar a conocer no solo sus productos sino sus técnicas para el cuidado del cabello.
Como veis, la competencia técnica, su visión empresarial y comercial de Eugène Schueller fue clave en la creación y el crecimiento de L’Oréal, y se ha mantenido en el ADN de esta empresa familiar durante más de un siglo. Además, el fundador tuvo muy claro desde el principio que la innovación era la fuerza interna que sustentaría el crecimiento posterior del negocio. Este espíritu emprendedor se ha ido transmitiendo de generación en generación, como refleja la definición actual de misión de la empresa con la que iniciaba este post.
Sin duda, se pueden extraer muchos aprendizajes de la historia de esta marca de cosméticos. Os dejo algunas preguntas a modo de reflexión: en vuestra empresa familiar, ¿Tenéis claros cuáles son los atributos que definen vuestro ADN? ¿Contáis con mecanismos para fomentar la innovación? ¿Os habéis planteado diversificar la gama de productos? ¿Qué papel juega la comunicación y la promoción en vuestra estrategia de negocio?
Josep Tàpies es el titular de la Cátedra de Empresa Familiar del IESE y Profesor emérito del Departamento de Dirección Estratégica del IESE.
Nosotros realizamos un evento hace poco para la marca Sensai, que hasta ese día desconocía que pertenecía al grupo Loreal, yla historia de ésta marca es también bastante curiosa.
Nació como una empresa textil pero algo muy especial le hizo cambiar el rumbo: sus trabajadores tenían unas manos sorprendentemente jóvenes, suaves y lisas.
Esto se debía al contacto diario con un ingrediente muy particular, la Seda fabricada por el gusano Koishimaru. Pronto se patentaron varias fórmulas y SENSAI se erigió como una marca exclusiva y única en la utilización de este material natural.
Las grandes ideas y grandes marcas, en ocasión surgen de la más pura casualité.