Contribuyente invitado: África Ariño
Profesora de Dirección Estratégica · Titular de la Cátedra Fundación Joaquim Molins Figueras de Alianzas Estratégicas · IESE
Cómo exploramos en el primer artículo de esta serie sobre las conclusiones del Foro de Reflexión de Empresas Familiares, las alianzas permiten que dos o más empresas compartan recursos y capacidades para o bien llevar a cabo sus mismas actividades de manera más eficiente o bien emprender nuevas actividades.
A pesar de sus ventajas, muchas empresas son reticentes a embarcarse en ellas por miedo a ceder demasiado control, comprometer sus valores esenciales o estar sometidas a las interdependencias creadas entre sus socios, lo cual conlleva algunos retos que detallo a continuación.
En este artículo, la investigadora María del Mar Revilla y yo compartimos algunas ideas al respecto.
Los retos de las alianzas y su origen
Al crear una alianza, hay que tomar una serie de decisiones que se pueden agrupar en tres grandes áreas –¿por qué? ¿con quién? y ¿cómo?–, que determinarán los ámbitos de la alianza:
> Ámbito estratégico: los objetivos de los socios al crear la alianza. No tienen por qué ser plenamente coincidentes, pero sí debieran ser compatibles. No siempre es así, y de aquí surgen conflictos potenciales.
> Ámbito económico: las actividades que se llevarán a cabo dentro de la alianza y las que cada socio se llevará de manera independiente. A veces esto puede resultar en una corriente asimétrica de beneficios ya que uno de los socios puede estar beneficiándose de la alianza fuera de ella.
Esto es otro reto, ya que la naturaleza humana es tal que, a pesar de que sea más eficiente estar dentro de la alianza que fuera de ella y que ésta debería ser la comparación adecuada, acabamos comparando nuestros beneficios en relación con los que tiene el socio.
> Ámbito operacional. Si bien el nivel de integración de las actividades de los socios depende del tipo de alianza, la coordinación de las rutinas y capacidades de unos y otros no son algo trivial.
En el fondo, los retos proceden de que los socios continúan siendo empresas independientes que comparten recursos: lo mismo que genera un alto potencial de creación de valor también genera retos.
Por todo esto, los procesos de dirección y una cuidada relación con el socio son clave para el éxito de las alianzas. Además, hay que tener en cuenta que las alianzas no son estáticas, sino que su desarrollo en el tiempo las somete al impacto de los cambios en el entorno y en la estrategia y organización de los socios.
Tres casos de éxito
Durante el Foro, tuve el placer de moderar una mesa redonda con representantes de tres empresas familiares líderes –Alibérico, Barceló y Ficosa –, que nos compartieron sus experiencias en torno al poder de las alianzas estratégicas como motor de crecimiento, en las que la confianza, la transparencia y la flexibilidad emergen como puntos claves.
Alibérico, una prominente empresa del sector del aluminio, subrayó la importancia de la confianza y la palabra en el éxito de una alianza, que en su caso se basa en intercambios tecnológicos sin la formalidad de contratos escritos.
De este modo, pone de relieve la esencia de la transparencia y la relación de confianza mutua en el tejido mismo de las alianzas estratégicas. Sin embargo, también reconocieron los desafíos inherentes a las alianzas internacionales, donde las diferencias culturales y de gestión pueden complicar la relación y afectar negativamente su eficacia.
Por su parte, Barceló es una empresa familiar de renombre en el sector del turismo que ha utilizado las alianzas estratégicas como un motor para su expansión internacional. Durante el Foro, destacaron la importancia de proteger el balance consolidado y la existencia de cláusulas de escape a la hora de firmar alianzas.
También consideran que cada empresa deberá tener en cuenta su estrategia de capital: ¿nos planteamos abrirlo a otros socios? ¿Salimos a bolsa? Estas son cuestiones que se tienen que plantear y decidir a la hora determinar la estrategia de crecimiento. Con paciencia, sin perder oportunidades de negocio.
Por último, Ficosa es un actor destacado en el sector automoción que resaltó el valor estratégico de asociarse con gigantes tecnológicos para liderar la innovación en su industria.
Su enfoque en la agilidad y la eficiencia operativa subraya cómo las alianzas pueden ser motores de transformación y crecimiento en sectores altamente competitivos, pues este sector ha pasado de ser mecánico a mecatrónico a eminentemente electrónico en relativos pocos años.
Muchas veces los acuerdos son tan creativos como arriesgados, pero permiten acceder a nuevos mercados y tecnologías, demostrando el potencial innovador inherente de las alianzas estratégicas bien ejecutadas.