Llegan tiempos de mudanza y oportunidad para la empresa familiar

Este artículo apareció originalmente en el diario «Expansión» el 4 de mayo de 2024.

Las empresas familiares deben cimentar su organización en un gobierno corporativo sólido y seguir siendo fuente de crecimiento y empleo.


En las últimas semanas, el mundo empresarial español ha recibido la atención internacional por múltiples motivos, entre ellos dos noticias muy diferentes: la salida a Bolsa de Puig con una OPV valorada en 3.000 millones de euros, la mayor desde hace años, y el nombramiento de un nuevo consejero delegado por parte de Grifols en medio de acusaciones no probadas sobre su situación financiera.

Pese a tratarse de temas tan dispares, ambos se refieren a la gestión, el gobierno corporativo y la propiedad de las empresas familiares en España, una evolución que podría transformar para siempre su identidad. Tales cambios no son solo esenciales para que estas firmas compitan a escala global, también les brindan la oportunidad –y el reto– de forjar una nueva identidad independiente sin desvincularse completamente de la familia.

Para Puig, el movimiento sísmico es su salto al parqué. “El equilibrio de ser una compañía familiar que al mismo tiempo está sujeta a la responsabilidad del mercado nos permitirá competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante nuestra próxima fase de desarrollo”, ha asegurado Marc Puig, presidente y consejero delegado de la empresa.

Fundada en 1914, esta empresa de cosmética y fragancias –artífice del primer pintalabios español–, es hoy un grupo que posee un elenco de marcas globales, entre ellas Carolina Herrera y Charlotte Tilbury. Aunque la familia mantendrá una participación de más del 75% tras la OPV, Puig ha avanzado que la compañía tiene pensado separar la gestión de la propiedad.

En el caso de Grifols, el nombramiento de un nuevo consejero delegado refleja precisamente ese cambio en las estructuras de gestión y propiedad. “Grifols, que ha liderado numerosas innovaciones durante décadas, establece ahora con este hito un nuevo estándar de gobierno corporativo para las empresas familiares que cotizan en Bolsa en España”, ha señalado la empresa.

Al separar la gestión de la propiedad, la familia Grifols se hace a un lado en una empresa que fundó en 1909 y convirtió en una importante farmacéutica con presencia en más de 110 países. El nuevo consejero delegado es un directivo ajeno a la compañía y con 25 años de experiencia en la dirección internacional de empresas cotizadas.

España es un país de empresas familiares. No me refiero solamente a los pequeños negocios locales que todos conocemos, que también, y son muchos. Las empresas familiares son de todo tipo y tamaño. Pensemos en cualquier sector. ¿Moda? Inditex. ¿Supermercados? Mercadona. ¿Construcción? Ferrovial. ¿Automoción? Antolin, Gestamp, Ficosa. Son algunas de las compañías más conocidas de España, todas ellas familiares.

Según el Instituto de la Empresa Familiar, el 89% de las firmas españolas son familiares; en conjunto, el mayor creador de empleo del país. Su importancia es difícil de subestimar.

Pero España ya no es la misma que cuando se fundaron estas compañías, las cuales, entre otros cambios, tienen que hacer frente a una competencia que abarca desde las grandes cadenas y franquicias hasta las empresas de internet. Las grandes empresas globales deben ser transparentes y, su gestión, adecuada a las normas aceptadas de buen gobierno.

Al servicio de los grupos de interés

Dado su peso en la economía española, las empresas familiares pueden tener un impacto desproporcionado en los grupos de interés. Además de los habituales –clientes, empleados y proveedores–, estas firmas cuentan con la familia, cuyo nombre y suerte suelen ir paralelos a los de la compañía.

Quizá se da por sentado que el trato que la empresa familiar da a empleados, proveedores y la sociedad es mejor que en las demás. Y sin duda no faltan ejemplos de compañías que tratan a todos los empleados como si fueran de la familia, pero tampoco faltan en otros tipos de empresas. Aunque parezca sorprendente, la investigación no es concluyente acerca de si la empresa familiar es en realidad mejor para los diferentes grupos de interés.

Pero esto, más que un problema, es una oportunidad. La empresa familiar puede despuntar en un momento en que cada vez más voces reconocen el acierto de un capitalismo que incluye diversos grupos de interés y exigen, sobre todo los jóvenes, compañías responsables que apuesten por la sostenibilidad. Gracias a su visión largoplacista, las empresas familiares pueden pensar en grande aunque sean pequeñas.

De hecho, con la colaboración de Caser, hemos publicado un libro blanco sobre lo que estas firmas pueden hacer por sus grupos de interés. Por lo pronto, aun cuando crezcan en el futuro, tienen la oportunidad de fortalecer su relación con los empleados. La comunicación es clave, ya que los empleados deben conocer las ventajas que ofrece una empresa familiar, así como la conexión entre los valores de la familia y los objetivos del negocio.

Es este un aspecto especialmente importante para atraer talento, pues las nuevas generaciones no necesariamente están tan familiarizadas con la historia de la empresa. El compromiso con el mantenimiento del empleo, en los buenos y malos momentos, también suma, mientras que el compromiso con la igualdad de oportunidades para los empleados que no pertenezcan a la familia mejorará el atractivo de la compañía para los mejores profesionales.

La comunicación también es fundamental para retener y ampliar la base de clientes. La singular historia de la familia puede servir como reclamo inicial, pero la aplicación y expresión pública de estrategias medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) ayudará a mantenerlos. Por prudencia y pudor, las empresas familiares no suelen adoptar una política de comunicación abierta y transparente, pero tal vez deberían empezar a verlo como una prioridad.

Como ilustran los casos de Puig y Grifols, las compañías familiares son capaces de abordar cambios de calado en su gestión y propiedad. Pero igualmente importante es cimentar su organización en un gobierno corporativo sólido y, de ese modo, seguir siendo la fuente de crecimiento y empleo que han sido a lo largo de la historia reciente de España.

Imagen en la home: Max Prokop · Unsplash