Vimos en el último post las principales causas de conflicto en la empresa familiar, pero ¿qué tipos de conflictos pueden darse? La investigadora Karen A. Jehn clasifica los conflictos en las empresas familiares en tres grupos:
1. Conflictos de tareas por indefinición o duplicación de las funciones, que tienen que ver con la comunicación y la ordenación del trabajo, la estructura y la posición de los miembros de la familia en la empresa familiar.
Para intentar minimizar este tipo de conflictos, es importante concretar quién hace qué en la empresa familiar: hay que definir bien los puestos de trabajo y también las responsabilidades de los órganos de gobierno: el comité de dirección y el consejo de administración, de forma que cuando un miembro de la familia se incorpore a alguno de estos ámbitos, tenga claro qué puede esperar y que se espera de él.
2. Conflictos afectivos entre familiares en los que la persona no acepta ni comprende su posición emocional en la familia y en la empresa, y trata de saltar etapas de desarrollo y de coordinación con otros miembros de la familia. Estos conflictos tienen mucho que ver con el tamaño y la estructura de la familia, y con las relaciones intrafamiliares. Podríamos decir que hay tres claves para abordar los conflictos afectivos: el autoconocimiento, el autocontrol y el sentido de transcendencia.
Por autonococimiento entendemos que la persona sepa en qué momento está siendo racional y cuándo se está dejando llevar por sus emociones. El autocontrol hace referencia a cómo afrontar estas en cada situación. Llamamos sentido de la transcendencia al hecho de entender cómo afectan las acciones propias en los demás.
Ya comenté en un post anterior que, para gestionar los conflictos con éxito, hay que intentar anteponer la razón a la emoción. Los miembros de la familia propietaria han de ser capaces de abordar el conflicto de manera desapasionada, dejando a un lado las preferencias personales, y buscando soluciones que puedan generar estabilidad en la familia y en la empresa. Muchas veces, para lograrlo resulta necesario recurrir a ayuda externa, lo que facilita ver la situación desde otras perspectivas y entender la situación en todas sus dimensiones y no solo desde las subjetivas y personales de cada uno.
3. Conflictos de proceso y de diferenciación, que muestran las discrepancias en los métodos, el estilo y la manera de realizar las actividades o dirigir la empresa familiar. Este tipo de conflictos tienen su raíz en que no se quiere comprender y aceptar la posición y el papel que debe tener cada uno según la posición derivada de la interacción entre familia, propiedad y dirección de la empresa familiar.
Más allá de estos tres tipos de conflicto, también hay que tener en cuenta otro factor esencial: muchos conflictos en la empresa familiar se deben al transcurso del tiempo. A medida que pasa el tiempo, se van dando cambios en la organización de la familia, en la distribución de la propiedad y en la configuración institucional de la empresa.
Por ejemplo, la incorporación de nuevas personas a la familia y la salida de otras es un foco de tensiones: nuevas generaciones, matrimonios, divorcios, separaciones, fallecimientos. Cada uno de estos acontecimientos produce una reacción que afecta a todo el sistema y que genera diversas fuentes de conflicto.
En base a vuestra experiencia, ¿qué tipo de conflictos diríais que son más habituales en la empresa familiar: los conflictos de tareas, los afectivos o los de proceso? ¿Creéis que el paso del tiempo es la principal fuente de tensiones en la empresa familiar?
con base a mi experiencia, los conflictos mas comunes que he encontrado en la empresa familiar son los afectivos, debido a diferentes factores que van ocurriendo en el desarrollo de la empresa familiar, generalmente una familia empresaria en sus primeros años de fundada tiende a dar mas importancia al negocio que a la familia, y esta disfuncionabilidad genera una brecha y grieta entre padres e hijos y muchas veces esos conflictos si no son tratados a tiempo pueden generar en una desunión familiar y como consecuencia de los negocios.