Cottet Óptica, al servicio de sus clientes desde 1902

Javier Cottet es el presidente de Cottet Óptica, una empresa familiar española cuyas raíces se remontan a finales del siglo XIX en la Francia industrial. En 2019, la empresa revitalizó su modelo de negocio, haciendo hincapié en la marca y la innovación.


Empecé a trabajar en la empresa familiar en los años noventa como becario, y desempeñé varias funciones en ventas, logística, finanzas, marketing, compras y gestión durante los siguientes diez años. En 2003, fui nombrado director general de Cottet, y presidente en 2018 tras el fallecimiento de mi padre.

Cottet tiene tiendas en España y Andorra, 240 empleados, 37 tiendas propias tres franquicias y planes ambiciosos de expansión. En 2023, empezamos el negocio mayorista acudiendo a la feria SILMO en Francia, que ofrece otro interesante canal de crecimiento.

En su cuarta generación, Cottet es propiedad de los cuatro miembros de mi rama familiar. Mi hermano menor, Álex, es el vicepresidente, mientras que mi hermana Marta y mi hermano Sergio forman parte del consejo familiar.

1902, el año en que empezó todo

Cottet Óptica fue fundada hace 121 años por mi bisabuelo, Constantino Cottet, que nació en 1865 en Morez, Francia, cerca de la frontera suiza. Empezó trabajando en su empresa familiar, Frères Cottet, fabricante de monturas de gafas.

En 1888, a los 23 años, fue enviado a la Exposición Universal de Barcelona para promocionar la empresa y abrir nuevos mercados. Se enamoró de la ciudad y decidió echar raíces y montar allí su propia empresa a principios del siglo XX.

El emblemático Portal de l’Àngel de Barcelona fue el lugar elegido para la primera tienda de Cottet, que abrió sus puertas en 1902. Estaba situada en un distrito comercial vibrante, y la tienda de 2.000 m2 fue la óptica más grande de Europa durante muchos años.

De Barcelona a Sevilla

Tras la muerte de mi bisabuelo en 1915, sus tres hijos se hicieron cargo del negocio: mi abuelo Rolando, Fernando y Renato, que marchó de Barcelona en 1930 para montar su propio establecimiento Cottet en Madrid.

Los hijos de Constantino llevaron sus negocios con éxito durante las siguientes dos décadas, hasta 1936, cuando estalló la Guerra Civil española. Cerraron sus negocios mayoristas y minoristas en Barcelona y Madrid y se trasladaron a Sevilla.

Allí crearon una pequeña fábrica de lentes llamada Industria Nacional de Óptica con el apoyo de la familia Rodenstock de Alemania. La empresa creció hasta convertirse en Indo Óptica, también conocido como INDO, que fue líder del sector durante años. Terminaría siendo el futuro lugar de empleo de mi padre y mi abuelo.

Cuando terminó la guerra, los hermanos reanudaron sus operaciones en Barcelona y Madrid, donde dirigieron negocios prósperos durante años. Las décadas de los 50 y 60 en particular fueron años de bonanza, debido en parte al incremento del nivel de vida en España y el auge de la industria óptica, a la que poco a poco se iba incorporando el concepto de moda.

Durante esta época, los hermanos decidieron dividir el negocio en tres ramas: Fernando se encargaría de la tienda de Barcelona; Rolando, de Indo Óptica; y Renato, de la tienda Cottet de Madrid.

Crecer en torno a la empresa familiar

Crecí oyendo hablar del negocio familiar y visitando las tiendas Cottet y la fábrica de INDO. Como estudiante de instituto y universidad, pasaba los veranos atendiendo a los clientes de Cottet junto a mis hermanos y primos.

A pesar de nuestra estrecha relación con el negocio familiar, nunca pensamos que acabaríamos trabajando allí. Mi padre trabajaba en INDO, que era un entorno industrial muy especializado.

Por otro lado, la tienda de Barcelona era cosa de mi tío Fernando, que también era clérigo. Como sus intereses estaban en otro lado, confió la gestión y supervisión de la empresa a una persona ajena a la familia, al tiempo que creaba la Fundación Cottet-Mor, una entidad sin ánimo de lucro que presta ayuda económica a personas, entidades y colectivos.

La propiedad y el protocolo familiar

Es importante distinguir entre propiedad y liderazgo, ya que una cosa es heredar acciones y otra, trabajar como empleado en el día a día de la empresa.

Esta delimitación se remonta a la época de mi abuelo en INDO, cuando uno de sus socios le pidió que “buscara un trabajo” para su hijo. Él se negó, y acordó con los demás accionistas una política que impedía a los familiares de los miembros del consejo de INDO entrar en la empresa, incluidos los miembros de la familia Cottet.

En 1998 definimos en Cottet un protocolo familiar ligeramente diferente. Nuestra primera regla: nunca crearemos un puesto a medida para nadie, por lo que la vacante ya debe existir.

Otros requisitos son tener un título universitario, un perfil competitivo y experiencia fuera de la empresa familiar. Además, los asesores externos son los que toman las decisiones relativas al empleo de los miembros de la familia; aquí la familia Cottet se distancia.

Mi rama familiar adquirió las acciones de Cottet de mi tío Renato en 1995 y, diez años después, las de mi tía Janine. Enfrentamos una dolorosa encrucijada en 2010 con el concurso de acreedores de INDO y su posterior liquidación en 2014.

Fue una situación complicada que nos aportó aprendizajes importantes para el futuro: la necesidad de planificar el relevo generacional y establecer líneas claras de comunicación entre la familia y la empresa.

Panorama competitivo

Casi el 80% de las monturas de gafas se producen en China y cinco fabricantes grandes controlan el 80% de la industria mundial de gafas. Dichos fabricantes decidieron integrarse verticalmente a principios del siglo XXI y ahora son líderes tanto en fabricación como en distribución.

Ante este panorama competitivo, mis hermanos y yo decidimos innovar el modelo de negocio de Cottet en 2019, pasando de la venta de gafas y audífonos de terceros a centrarnos en como mínimo un 50% en nuestra propia marca, tanto en el diseño como en la fabricación y la comercialización de gafas de la marca Cottet.

Además, renovamos el consejo de administración y la cúpula directiva de Cottet bajo la dirección de asesores externos, y nombramos a un director general ajeno a nuestra familia.

Nuestros clientes son lo primero

Aspiramos a desarrollar relaciones duraderas con los clientes ofreciéndoles productos de alta calidad a precios óptimos en tiendas preciosas, modernas y luminosas. Reconocieron nuestro esfuerzo en mayo de 2022, cuando recibimos el prestigioso premio MIDO BeStore por el diseño y la innovación de nuestras tiendas.

En cuanto a nuestra cartera de marcas, ofrecemos tres colecciones de monturas de gafas: Cottet Barcelona, Urban y Lunnetier1840, que representan aproximadamente el 50% de nuestras ventas.

Nuestras tiendas también ofrecen gafas y audífonos innovadores de terceros, que empezamos a comercializar en los años setenta. Esta especialización representa alrededor del 25% de nuestros ingresos por ventas y nos permite diferenciarnos de la competencia.

De cara al futuro

Cottet aspira a seguir cobrando impulso con la apertura de más tiendas de marca en España, donde aún tenemos mucho margen de crecimiento. Asimismo, queremos expandirnos a otros mercados como Portugal, como ya hicimos en Andorra. Ya tenemos acuerdos mayoristas con distribuidores multimarca en Francia, Grecia y la República Checa, otra vía que estamos explorando.


Trabajar en el ámbito de la empresa familiar permite forjar relaciones duraderas con proveedores, empleados y accionistas, y así como mirar más allá de la cuenta de resultados y los objetivos a corto plazo. Sin duda, tiene muchos aspectos positivos.

Al mismo tiempo, conlleva obligaciones y responsabilidades únicas, muchas de las cuales se aprenden a partir de los errores que cometes. El mercado educativo ofrece muchos programas de gestión y MBAs, pero aún no he encontrado un “Máster en Propiedad”.

La vida es cada vez más complicada, por eso los líderes empresariales nunca deben perder de vista lo más importante: sus clientes, incluso más que los accionistas. En ese sentido, en Cottet seguiremos centrándonos en garantizar la mejor experiencia para el cliente, que, en mi opinión, es la clave de la sostenibilidad a largo plazo de una empresa.