La felicidad es mucho más que un ideal abstracto; es una condición esencial para el florecimiento individual y colectivo.
Martin Seligman, uno de los principales referentes en psicología positiva, propone el modelo PERMA como fundamento del bienestar: emociones positivas (positive emotions), compromiso (engagement), relaciones (relationships), sentido o propósito (meaning) y logros (accomplishment).
Como profesor especializado en comportamiento humano dentro de las organizaciones, he tenido el privilegio de observar cotidianamente cómo el modelo PERMA pone las bases para potenciar el desarrollo –o como diría Seligman, el florecimiento– de las personas.
Este marco ofrece valiosas lecciones tanto al nivel individual como para las familias empresarias, donde la intersección entre lo personal y lo profesional puede generar tanto oportunidades como desafíos.
Cuando se gestionan de manera efectiva, las dinámicas familiares pueden convertirse en una fuente poderosa de cohesión y sostenibilidad. En este contexto, dos pilares del modelo PERMA adquieren una relevancia particular: las relaciones sociales y el propósito.
Cultivar estos elementos no solo fomenta el bienestar individual, sino que también fortalece la cohesión y asegura la continuidad del legado familiar. A continuación, exploramos cómo las familias empresarias pueden integrar estas dimensiones en su estrategia de bienestar.
1 – Relaciones como base de la felicidad y la cohesión
Las relaciones son el núcleo de toda familia, pero en las familias empresarias, su calidad y fortaleza tienen un impacto directo en el éxito del negocio.
Una comunicación transparente y regular es clave para construir confianza y mitigar tensiones. Sin embargo, muchas familias empresarias asumen que sus valores y metas son compartidos de manera implícita, lo que puede generar malentendidos y resentimientos.
Para promover relaciones sólidas, es fundamental crear espacios de diálogo estructurado donde todos los miembros puedan expresar sus ideas, preocupaciones y aspiraciones. En ese sentido, organizar reuniones familiares periódicas enfocadas en fortalecer los vínculos personales es un paso esencial.
Estas reuniones pueden complementarse con herramientas como un protocolo familiar, que sirva como guía para la toma de decisiones y gestione expectativas de forma equitativa.
Además, fomentar actividades intergeneracionales que refuercen los lazos familiares fuera del ámbito empresarial puede ser muy efectivo. Desde proyectos comunitarios hasta viajes en familia, estas experiencias ayudan a construir una narrativa compartida que fortalece la identidad colectiva.
2 – Propósito compartido: el corazón del legado familiar
El propósito es un componente esencial del bienestar, y para las familias empresarias, su poder es transformador. Tener un objetivo común da sentido a las actividades diarias, a la vez que unifica a los miembros alrededor de una visión a largo plazo.
Desarrollar un propósito compartido puede implicar definir un impacto positivo más allá del negocio. Muchas familias empresarias han encontrado en la filantropía un vehículo poderoso para fortalecer su cohesión. Participar juntos en iniciativas sociales o medioambientales refuerza los valores familiares y crea un sentido de orgullo colectivo.
Este enfoque es particularmente efectivo para involucrar a las generaciones más jóvenes, cuyos intereses suelen alinearse con temas como la sostenibilidad y la responsabilidad social.
A través de estas iniciativas, los jóvenes pueden encontrar un significado más profundo en su rol dentro de la familia, lo que contribuye a garantizar la continuidad del legado.
En esta temporada navideña, un momento ideal para reflexionar sobre los lazos familiares, las empresas familiares tienen una oportunidad única para priorizar su bienestar colectivo.
Al centrarse en construir relaciones sólidas y cultivar un propósito compartido, estas familias no solo aseguran su felicidad, sino también su sostenibilidad y éxito a largo plazo.
Desde la Cátedra de Empresa Familiar del IESE, les invitamos a iniciar este camino hacia el florecimiento familiar. ¿Qué mejor regalo para esta Navidad que una familia unida, comprometida y motivada por un propósito común?
Les deseamos unas muy felices fiestas y un año nuevo lleno de bienestar, unión y logros compartidos.