La Brookings Institution publica un comentario sobre las últimas cifras del mercado de trabajo en Estados Unidos. Se titula «Increasing productivity and boosting wages: Is innovation the answer?» (Aumentar la productividad para hacer crecer los salarios: la innovación como respuesta», sería una traducción no literal: ver el original aquí). Ahora estamos preocupados por cómo salir la recesión: los norteamericanos, por cómo evitar una recaída, cómo volver a crecer y cómo crear empleo; en España, lo mismo, pero con más urgencia. El comentario de Michael Greenstone y Adam Looney invita a pensar en el largo plazo. Y por eso me gusta.
Me dirá el lector que, mientras el agua inunda las bodegas del barco, lo que hay que hacer es tapar los agujeros. De acuerdo. Pero al final el barco flotará, y entonces tendremos que volver a pensar en cómo hacerlo navegar con buen ritmo. O sea, cómo crear buenos empleos, con salarios decentes, que atraigan buenos empleados hacia ocupaciones interesantes para el país. Y me parece que, en los muchos diseños que haremos en los próximos meses sobre cómo mantener a flote nuestro barco, alguien debe tener la función de ir preguntando de vez en cuando: ¿ayuda tal medida o tal otra a un crecimiento positivo y sano, con buenos empleos, etc.?
Porque pensar en productividad, innovación y competitividad no es tan difícil. Y se pueden hacer muchas cosas que ayuden en el largo plazo, pero también en el corto. Porque, por ejemplo, animar proyectos innovadores (no hace falta poner mucho dinero público en ellos, aunque quizás sí algunos incentivos fiscales a medio plazo) puede devolver la confianza a alguna empresa, sector o región.