¡Qué bueno sería que el consumo se recuperase cuanto antes!, dicen algunos. No sin lógica, claro: el consumo de los hogares es casi dos tercios del PIB, de modo que si el consumo crece un 3%, ya garantiza, por sí solo, un aumento del PIB del 1%.
Entonces, ¿la solución está en el consumo?
No. Esta no es una recesión de falta de demanda, causada por la resistencia de las familias a gastar una renta que ya tienen y una financiación que está a su alcance. Esta es, como decía Leijonhufvud hace ya bastantes meses, una «crisis de balance». El problema de las familias es que sus deudas son demasiado elevadas, lo que se suma a la pérdida de valor de sus activos (reales y financieros: las casas siguen perdiendo valor, y la bolsa y los fondos están que dan pena) y la falta de financiación (los bancos y cajas son muy reticentes a la hora de prestar a las familias).
Luego el aumento del ahorro de las familias no es el problema, sino la solución: es la única manera que tienen de recuperar su solidez financieras (aparte de que los bancos les perdonen la hipoteca, cosa que, sin duda, no harán).
Lo que importa es, por tanto, que las familias puedan seguir acumulando activos financieros (o reduciendo sus pasivos, que viene a ser lo mismo). Y, de este modo, están también ayudando a los bancos, porque ese ahorro es el que permite aumentar los depósitos y reducir su dependencia de los mercados internacionales. Como recordaban los economistas austríacos (no lo que viven en Austria, sino los que siguen las ideas de la escuela austríaca: Mises, Hayek, Rothbard,…), necesitamos el ahorro para invertir, y necesitamos la inversión para que la economía se recupere.
Es muy interesante ese punto de vista. Aumentan los ahorros, hay mas efectivo en los bancos. Los bancos estan mas predispuestos a prestar.
Los que necesitan la tienen mas facil para conseguir financiacion. Y recien ahi aumenta el consumo.
Saludos