Cada vez que doy una conferencia sobre la situación económica pienso que la solución de nuestros problemas no vendrá de los asistentes, sino de los que no han venido. Los asistentes ya saben lo que nos pasa, tienen una idea bastante buena de nuestros problemas, quizás esperan que les sorprenda con alguna cifra nueva,… Pero lo que los economistas decimos es lo que todos sabemos. Y lo que todos sabemos ahora es que las cosas no van bien, que la economía está estancada, que no se crea ocupación, que no hay incentivos para nuevas inversiones,…
Todo eso hay que saberlo, claro: forma parte del entorno de nuestra actividad. Pero lo que hace falta es «pensar fuera del marco». No se crea empleo, pero, ¿puedo yo crearlo? Las empresas no venden, pero, ¿puedo yo encontrar un mercado que crezca? No hay financiación, pero, ¿puedo yo encontrar una manera de trabajar que no dependa de la buena voluntad de los bancos?
Ya saben el chiste de los dos vendedores de zapatos que llegan a un país habitado por salvajes. Uno envía a la central un mensaje realista: no hay nada que hacer, aquí la gente no lleva zapatos. El otro ve las cosas de otra manera: aquí hay un gran mercado, ¡la gente no lleva zapatos! Los que ven el mundo de otra manera nos salvarán.
Moraleja: deje de asistir a las conferencias de los economistas.
Gran decisión!
Pues el paso siguiente es transformarte tu mismo en 1 rebelde y empezar a cambiar tu entorno. Así se salvará este país, por la suma de micro-acciones que van sumando, poco a poco, día tras día.
En la posición que ocupas, puedes empezar mañana mismo, y triunfar en pocos meses. Ponte al servicio de los que más necesitan tu Know How, no de los que pueden pagarse una marca tan prestigiosa como la por la cual escribes en estos momentos..aunque nada es incompatible, si las cosas se hacen de forma sincera.
Buen domingo!