No me resisto a comentar una noticia de El País de hoy, titulada «Los salarios caen pese a que la productividad avanza un 2% en el cierre de 2010″, con un subtítulo significativo: «El dato pone en entredicho la receta de Merkel de desligar los sueldos de la inflación» (ver la noticia aquí).
- «Un duro ajuste laboral que ahora también es salarial», dice la noticia. Claro: el ajuste laboral (empleo) fue muy fuerte porque no hubo ajuste salarial. Si los salarios se hubiesen moderado antes, no habríamos tenido los despidos que tuvimos.
- «Si la negociación salarial en España incorporara las recetas de Angela Merkel, el resultado sería, en estos momentos, mucho más favorable al trabajador». Sobre todo porque el ajuste se habría llevado a cabo en los dos años anteriores, y habría recaído más en los salarios y menos en el empleo. Cuando caen las ventas las empresas necesitan moderar sus costes. Y es mejor para todos mantener el empleo y cobrar algo menos (lo que hicieron los alemanes en los años noventa, años de duro ajuste para ellos), que despedir a una parte de la plantilla y mantener y aun aumentar el sueldo de los que siguen ocupados.
- «En cualquier caso, si el modelo se implementase correctamente, las subidas estarían diferenciadas por sectores y empresas«. De acuerdo. Es lógico que los sectores y las empresas cuya demanda crece paguen más. Lo que no tiene sentido es que las empresas cuyas ventas caen sigan vinculadas a un convenio colectivo que no tiene en cuenta su situación. De ahí la necesidad de reformar la negociación colectiva.
- «Si los salarios siguen cayendo se frenará el consumo y se retrasará, aún más, la recuperación de la economía» (UGT dixit). Y si no se moderan, seguirán los despidos, se frenará el consumo y se retrasará, aún más, la recuperación de la economía. Pero habrán cambiado los ganadores y los perdedores. La moderación salarial es más social, porque reparte entre todos el ajuste. La falta de moderación salarial hace recaer todo el peso del ajuste en los parados, en beneficio de los que siguen ocupados. Que, no lo olvidemos, son los que votan en las elecciones sindicales.
- Un comentario final: las noticias económicas se deben interpretar en su contexto. Si juzgamos lo que pasó en el cuarto trimestre de 2010 sin tener en cuenta lo que ocurrió antes ni lo que vendrá después, nos equivocamos.
A parte de situar esta notica en su contexto deben darse datos del número de trabajadores que está fuera de los convenios colectivos, sumándole al tema los que están en convenios colectivos que no tienen claúsula de revisión salarial. De las noticias que hay sobre el tema, parece que todos los salarios son compensados por las subidas de la inflación.
Con la reforma laboral de 2010 que permite el descuelgue salarial, creo que las empresas ya lo tienen bien para no subir salarios si las cosas les van mal. Por tanto, no veo tanta urgencia en la reforma de la negociación colectiva.
Cuanta razón tienes, las noticias hay que filtrarlas y ponerlas en el contexto donde se producen. De ahí podremos obtener la conclusión final sin dejar llevarse por los «titulares2