De los périódicos del 17 de febrero: el asesino de una mujer en Málaga seguía un curso de igualdad. Había sido condenado por maltrato y amenazas, pero se acogió una de las posibilidades de la ley de igualdad para eludir la cárcel con un curso.
Moraleja: para ser bueno no basta saber. La teoría moral no sirve de gran cosa, si falta la disposición personal para comportarse éticamente. Y esa disposición consta de una parte digamos intelectual (me tienen que explicar por qué no se debe maltratar a nadie) y, sobre todo, de otra parte consistente en forjar el carácter: ejercitarnos una vez y otra, en las cosas de cada día, para tratar con respeto a todas las personas, venciendo la tentación a dejarse llevar por lo que me conviene, por lo que me gusta, por lo que me va,… Eso que suele aprenderse en la familia (a veces, no). Eso que los filósofos antiguos llamaban virtudes. Sí, ya sé que no se lleva ahora hablar de virtudes. Pero si aun los que se esfuerzan por vivirlas meten la pata de vez en cuando, ¿qué no harán los demás?
El problema está en que cada vez mas creo que se está perdiendo la moral y el concepto del bien y el mal. Se tendria que forjar una nueva moral de sociedad con nuevos valores que no perjudicaran a nadie.
Creo que este es el enfoque correcto para analizar muchos de los problemas de nuestra sociedad, desde la violencia doméstica a la actuación poco ética en las empresas…
Y me da la sensación de que lo único que hacen desde las administraciones es buscar parches en lugar de enfrentarse a las causas reales de los problemas.