El gobierno francés discutirá esta semana un proyecto de reforma de la Constitución, para incluir límites estrictos al déficit y al endeudamiento público. Un paso más en la vieja polémica sobre si las reglas sobre los límites al déficit deben ser rígidas o flexibles.
- Rígidas. La moneda única necesita una política fiscal estricta, que limite la posibilidad de que un país incurra en un desequilibrio demasiado grande en sus cuentas. Ejemplo: para evitar la tomadura de pelo de Grecia, al incurrir en un endeudamiento insostenible, que ha perjudicado a sus socios europeos. Lo que significa que esos límites deben establecerse de manera conjunta, para todos los países de la zona euro. Contraejemplo: Irlanda cumplía con todas las especificaciones del Tratado de Maastricht, hasta que se le ocurrió la nefasta idea de garantizar todas las deudas de sus bancos. Moraleja: las reglas rígidas no protegen contra los errores.
- Flexibles. Imagínense a Japón en 2011, después del terremoto y el tsunami, con un límite estricto de su capacidad para gastar en lo necesario para reconstruir el país, si así estuviese establecido en su Constitución. Sí, ya sé que me dirán que una restricción constitucional deberá contemplar casos excepcionales. Pero, ¿quién define qué es un caso excepcional, antes de que ocurra? ¿Un terremoto de fuerza 6? ?Una fuga en un reactor de una central nuclear? La necesidad o conveniencia de moderar la caída del PIB después de la crisis de Lehman Brothers y la paralización del sistema financiero internacional, ¿era un caso excepcional? En aquel momento, hubo bastante unanimidad en que sí, el estímulo fiscal estaba justificado. Hoy hay muchas voces que lo ponen en duda (¿fue realmente eficaz el Plan E en España?).
Moraleja: toda regla rígida necesita una cierta flexibilidad, que no puede ser acordada de antemano; hay que dejar un margen a la interpretación. Pero el margen entre una interpretación razonable y una decisión política arbitraria no está demasiado claro. Sigamos discutiendo.
El establecimiento de un limite al deficit no es un problema en caso de un acontecimiento excepcional sino todo lo contrario. Todo ahorrador sabe que el objetivo de sacrificar el consumo hoy es el poder utilizar sus ahorros en caso de emergencia. Si un particular conoce este concepto, el estado deberia conocerlo, aplicarlo y fomentarlo. Carlos Molinas MED-89