Éste es el título de mi artículo de hoy en El Periódico (verlo aquí). Algunas de mis tesis:
- No tiene sentido buscar culpables (al menos dentro de nuestro país) de un rebrote de los precios que tiene su origen fuera, en el petróleo, las primeras materias y los alimentos.
- Los precios suben en un momento en que la demanda es muy débil, porque no tenemos prácticamente alternativas: no podemos, o no queremos, apagar la calefacción o dejar nuestro coche en casa.
- Esta elevación de la inflación debería ser transitoria, pero esto dependerá, en buena medida, de si vuelve la calma política a los países productores y a los mercados.
- Podemos intentar ahorrar energía y podemos reducir la factura energética, pero no tenemos posibilidades de reducir la inflación causada por el petróleo y los alimentos.
- El Banco Central Europeo no debería subir los tipos de interés. Y, a la vista de lo que pasa en Japón, me parece que no lo hará, al menos por cierto tiempo.