«Las cajas sólo podrán repartir en dividendos el 30% de sus beneficios» (ver la noticia aquí) (se refiere a los bancos constituidos por las cajas que hayan recibido ayudas del Estado). La limitación viene de Bruselas, aclara Expansión.
Los dividendos de los bancos constituirán una fuente fundamental de los ingresos de las cajas de ahorros y, por tanto, de la obra social de esas cajas. Por tanto, esta noticia parece confirmar la expectativa de que los fondos que las cajas proporcionarán al sector de entidades sin ánimo de lucro se reducirán fuertemente en el futuro próximo, por lo menos hasta que los bancos creados por las cajas adquieran fortaleza. Súmese a lo anterior el hecho de que los presupuestos públicos están siendo objeto de recortes sustanciales. Y el de que las empresas han visto recortados también sus beneficios (y que necesitan autofinanciar buena parte de sus proyectos). Y el de que las empresas grandes optan cada vez más por montar sus propias instituciones sociales (fundaciones).
Conclusión: el sector social en este país se enfrenta a un problema de gran envergadura. Habrá que repensarlo.