Leo en un artículo del Wall Street Journal de hoy («Even getting it right seems to be wrong») que los países de la periferia de la zona euro no pueden hacer nada para calmar a los mercados, en plena crisis del euro (verlo aquí, en inglés). Y pone el ejemplo de Irlanda: ha hecho los deberes, su gobierno está decidido a reducir el déficit público, ha tomado las medidas de austeridad que los ciudadanos aceptan,… y los mercados siguen castigándole con primas de riesgo demasiado elevadas.
Alguna vez he puesto el ejemplo de los hijos que no pueden pagar (Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia,…) y van a buscar la ayuda de su padre (la Unión Europea, UE). Llega un momento en que nadie se fija en lo que hacen los hijos: lo único que interesa ahora es lo que hará su padre. Por tanto, la patata caliente la tienen ahora los gobiernos de la UE.
¿Significa esto que no podemos hacer nada? ¡Podemos! En cuanto a los mercados y la UE, podemos hacer los deberes, como los irlandeses. Hay que convencer, entre otros, a los ciudadanos de países como Alemania que no somos unos indeseables, insolventes y manirrotos.
Y podemos hacer algo aún más importante: tomar nosotros las riendas de nuestra recuperación económica. Esto, a la larga, no depende de los mercados financieros, sino de nosotros mismos.
A veces para entender un poco mejor la crisis hay que utilizar una visión global, aquí os dejo un minucioso recorrido por las finanzas públicas de los países europeos:
http://pbsoneworld.wordpress.com/2011/07/04/%C2%BFadios-al-euro/