Nouriel Roubini hcía hace unos pocos días unas cuentas recomendaciones al gobierno, al Congreso y a los economistas norteamericanos sobre cómo hacer frente al problema de la reducción del déficit y del nivel de deuda de Estados Unidos, que resulta insostenible, como el nuestro. He aquí algunas de sus ideas, que nos pueden servir a nosotros, porque todavía estamos muy, muy, muy lejos de convertir nuestra situación fiscal en sostenible (más allá del loable pero limitado empeño de la Ministra de Economía de cumplir las condiciones que la Unión Europea nos impone en el corto plazo):
- No basta reducir el gasto público. Hay que aumentar impuestos.
- La mejor manera de aumentar impuestos es eliminar exenciones y rebajas, de modo que se amplíe la base impositiva, lo que permitiría incluso reducir los tipos impositivos.
- No basta reducir el gasto público discrecional: hay que tocar partidas dolorosas, como algunas del estado del bienestar.
- La austeridad ha de ser diseñada para un periodo de tiempo largo. Tratar de reducir el déficit en unos pocos meses puede gustar a los mercados de deuda soberana, pero puede ser suicida para el país, al menos en términos de una recesión larga y profunda.
- Pero la austeridad anunciada para el futuro puede no ser creíble, si el gobierno no pone suficientes medios para ello. Es como el que quiere dejar de fumar y pide a sus amigos que le quiten la cajetilla de tabaco y la destrocen si algún día le ven con una en la mano.
De acuerdo con Roubini, pero hay un camino previo que podríamos andar ¿Por qué no rebajar el salario mínimo? ¿Es que tener un coste de 800€ al mes por empleado es tocar la partida del bienestar, en un contexto de un 20% de paro? Por no hablar del salario mínimo impuesto por los convenios sectoriales como el del zapato que asciende a 1.100€ al mes.
Esto aumentaría la competitividad de nuestro país muchísimo. Creo que es importante ser honestos con nosotros mismos en este punto: con el nivel educativo que tenemos no vamos a crear Siemens en dos años.
Gracias, Mario. Esta sería una parte de la historia que deberíamos contar, pero sólo una parte. Otro día volveré sobre este tema.