Kemal Dervis escribe en el Financial Times de hoy sobre «Para resolver los dilemas fiscales, fíjese en los detalles» (en inglés, aquí). Estoy de acuerdo con su tesis inicial: la propuesta de «expansión fiscal hoy, reducción más tarde» no sirve. Bajar los impuestos hoy con la amenaza de volver a incrementarlos mañana no animará a la gente a gastar, porque no toman sus decisiones mirando sólo sus ingresos ahora, sino también los que esperan en el futuro, que serán menores, por la subida de impuestos que esperan. En todo caso, dice Dervis, esa propuesta sólo vale para las personas de muy bajos ingresos, que gastarán todo lo que se les dé, porque su horizonte temporal se limita al presente inmediato.
Luego, Dervis defiende las virtudes de un plan de gasto en infraestructuras en el Reino Unido. Argumento: el gobierno británico se financia a tipos de interés muy bajos, de modo que hacer unas cuantas carreteras ahora sería un buen empleo del dinero, porque, además, reanimaría al sector privado y mejoraría la productividad de la economía -si el plan de infraestructuras está bien planeado, claro.
Dervis no dice cómo reaccionarán los contribuyentes británicos ante la amenaza de una subida de impuestos en el medio plazo. En todo caso, en España su argumento no parece muy útil, porque nuestro gobierno se financia a tipos de interés mucho más altos, con la amenaza, además, de que si el déficit aumenta, los tipos de interés serán aún más altos.
Dice la ciencia económica que compensa llevar a cabo una inversión, privada o pública, cuando el rendimiento esperado de la misma es superior al coste de financiarla. En España hoy, me parece que habrá muy pocas inversiones que tengan una rentabilidad (social, no sólo privada) mayor que el elevado coste del crédito exterior, más aún si el aumento del déficit pone nerviosos a los mercados. Olvidémonos del impulso fiscal en este país, al menos durante unos años.
¿Y qué le parece la siguiente estrategia: http://www.fedeablogs.net/economia/?p=13726#more-13726 ?
Si entiendo bien lo que recoge el artículo original se puede simular el efecto de una devaluación utilizando la política fiscal. En éste caso subiendo el IVA y reduciendo las cotizaciones a la seguridad social (impuesto sobre el trabajo).
Gracias, Pedro. Es una buena estrategia; el problema es que, a corto plazo, reducirá el consumo, y esto agravará la recesión.