El Periódico publica hoy una entrevista de Gemma Tramullas a Enia Mora en la sección «Gente corriente» (verla aquí). Enia cuenta sus experiencias de ayuda en África. Me gustaría, no ya que mucha gente lea la entrevista, sino que nos haga pensar. ¿A quién?
Primero, a algunas oenegés. De una de ellas dice Enia: «Estaban allí para satisfacer su necesidad de sentir el agradecimiento de la gente. Llegaban, dejaban un material, y no preguntaban qué necesitaban realmente».
Pero luego, a todos nosotros. «No me gusta poner en una balanza lo que aporto y lo que recibo como persona. En una relación no estás ponderando lo que das y lo que te dan». «A veces solo eres solidario cuando sales de tu casa». «Aquí no valoramos la persona como ser individual (…) Ese interés por la persona que tienes al lado [y que en los africanos es algo natural] es algo que nosotros hemos perdido». «No es solidaridad, es compartir, porque es su única manera de salir adelante».
Su conclusión: la pasividad de los dirigentes «no exime de la responsabilidad como ser humano de cada uno de nosotros».