¿Qué haría en mi blog sin el Financial Times? ¿Quién me provocaría?
Leo hoy un artículo de John Kay, «The random shock that clinched a breve Nobel prize» (verlo aquí, en inglés). Me gusta su crítica del reciente premio Nobel de Economía, Thomas Sargent, porque éste entiende la economía como una ciencia exacta: lo que Kay llama «la arrogancia y la ignorancia del monopolista» (del que se cree que monopoliza el conocimiento). Sargent considera que el mundo es como sus modelos dicen. «Todos los agentes dentro del modelo, los económetras y Dios comparten el mismo modelo», dice el premio Nobel. Arrogancia, que le impide darse cuenta de sus limitaciones. Y así nos va.
El Financial Times de hoy incluye también una breve nota sobre el modo de llevar a cabo las políticas económicas (él se refiere a la monetaria, claro), en el futuro, de acuerdo con Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal norteamericana. La llama «guía hacia adelante» o «hacia el futuro»: nosotros, los policy makers, os diremos por dónde va a ir al futuro; vosotros, seguidnos. Se supone, claro, que nosotros, los policy makers, somos capaces de identificar la senda y de guiaros por ella. Es verdad que Bernanke no es tan categórico como Sargent. Pero, en todo caso, arrogante también. Y así nos va.
En su día me encantó un artículo de Karl Brunner, un profesor norteamericano de origen suizo, liberal y monetarista él, que decía que, como no sabemos tantas cosas de la realidad, lo mejor es que nuestras políticas (la monetaria, en concreto) no intenten cambiar la realidad a nuestro gusto, sino diseñar un marco en el que cada uno haga lo que pueda. Me pareció humilde y realista. Luego, las teorías de Sargent y de otros premios Nobel se cargaron aquella humildad. Y así nos va.
Los efectos de políticas económicas y monetarias cada día son más complejos e inesperados.
Cualquier shock como ellos lo denominan producen cambios muy difíciles de predecir.
Tratarlo mediante un modelo matemático es un buen acercamiento aunque peligroso, ya que una mala implementación o calibración del modelo y los resultados serán erróneos, que al llevarlos a cabo pueden producir un desastre inimaginable.
Por tanto, quedémonos con sus aportaciones como una herramienta más.
interesante la nota de John Kay, claro la arrogancia y la ignorancia ha entorpecido la economia muchas empresas, que hasta muy tarde cuando se dan cuenta, hablando de economia comparto con ustedes una noticia sobre emilio botin http://www.publico.es/agencias/efe/51705/emilio-botin-el-directivo-espanol-mejor-valorado-segun-encuesta