Como en mi post anterior, «Economistas en huelga», he sido aburrido y largo; aquí solo haré una aportación adicional. Leí hace tiempo una pregunta que alguien hacía: ¿qué sería más perjudicial para el país, una huelga de barrenderos o una huelga de economistas».
La respuesta, obvia, es demoledora para nuestra profesión.
Pero la huelga de los alumnos de Harvard no es una huelga de economistas, que podría ser una bendición para el país, sino una huelga de personas que aprenden. Y esto sí sería terrible.